Los estudiantes de Harvard se reunieron el martes 14 de julio con el director Académico de la Facultad de Medicina de la U. de Chile y especialista en inmunología, doctor Alejandro Afani, quien les realizó una completa presentación sobre la situación del VIH-Sida en el país. Asimismo, los alumnos se reunieron con representantes de Magia por una Sonrisa, la agrupación de universitarios –liderada por estudiantes de la Casa de Bello- que visita periódicamente recintos asistenciales pediátricos para acompañar a los menores durante su hospitalización entregándoles alegría, reduciendo su estrés y motivando su adherencia al tratamiento.
Los jóvenes provenientes del programa de intercambio de Harvard
con el doctor Alejandro Afani.
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Esto lo hacen usando magia, diseñando animales con globos y pintando los rostros de los niños. De hecho, los jóvenes extranjeros fueron invitados a participar en una de estas presentaciones que se hará con motivo de la celebración del Día del Niño, a la cual ya se inscribieron con gran interés.
Abigail Schiff |
En tanto, los alumnos de Harvard visitaron Temuco en el marco de una reunión organizada por la Federación Internacional de Asociaciones de Estudiantes de Medicina (IFMSA). Los jóvenes interactuaron con alumnos de la Universidad de la Frontera y visitaron Pucón, Valdivia, Puerto Montt y Chiloé.
El martes 21 se interiorizaron sobre la Salud Pública en Chile, gracias a una conferencia dictada por el académico de la Universidad de Chile Oscar Arteaga y luego participaron de la actividad propia de los consultorios con los cuales el plantel ha establecido convenios docente-asistenciales.
Sobre sus vivencias durante estas tres semanas en Chile los jóvenes señalan: “Ha sido muy interesante, nos han acogido con gran respeto y calidez. Nos sentimos muy afortunados de compartir con personas a quienes realmente les importa que estemos aprendiendo”, comenta Jillian Irwin, quien estudia neurociencias y antropología médica que en el futuro espera ser médico.
Jillian Irwin |
La joven, quien ha estado asignada al Hospital Clínico de la U. de Chile, añade: “Recorrimos el recinto y tuvimos la ocasión de interactuar con los pacientes. Eso es algo que me impresionó mucho porque en Estados Unidos, debido a las leyes sobre privacidad, es muy difícil tener una oportunidad de éstas”, comenta.
Añade que pudo conversar con los pacientes sobre sus dolencias, saber sus nombres y palpar las zonas afectadas. Además, destaca la relación que se establece entre los médicos y enfermos: “Se hacen cargo de la persona en forma global, es decir, no sólo se preocupan de su dolor, de la enfermedad o del tratamiento, también los escuchan y tratan con un enfoque más amplio, donde importa la salud mental”, dice.
Estudiantes de Harvard aprenden
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Por otra parte, Matthew Sachs, quien ha estado visitando el Hospital San Juan de Dios, se mostró muy impresionado por la amabilidad y buena disposición de todo el personal de salud, así como de los pacientes. El joven, quien espera dedicarse a la neonatología, accedió a la unidad de prematuros y pudo conversar con embarazadas. Asimismo, destacó sus reuniones con médicos dedicados a la investigación y las conferencias que les han dictado los profesionales del plantel, dando cuenta de la evolución del país en el ámbito pediátrico y gineco-obstétrico en los últimos decenios.
Alumnos de Magia por una Sonrisa junto a estudiantes de Harvard. |
“Estoy sorprendido porque el hospital tiene una gran demanda y todos se ven muy ocupados, sin embargo, a pesar de eso han sido muy amables con nosotros. Además, me llamó la atención que hubiera salas comunes porque en Estados Unidos los hospitales, en general, no son tan grandes pero cada paciente tiene su habitación y privacidad”, señala.
Matthew Sachs |
Además, dijo que la tecnología, infraestructura y recurso humano parecen muy adecuados a pesar de ser una institución pública que atiende gratuitamente a los usuarios.
Finalmente, Abigail Schiff, dijo que los alumnos chilenos han sido cariñosos y los han invitado a participar en muchas actividades, por ejemplo, ya asistieron a la obra de teatro Quiebrespejos interpretada por los propios universitarios. “Los alumnos locales son muy abiertos, inteligentes, imaginativos, sociables y preocupados de nosotros. Nos han hecho sentir bienvenidos. Me llama la atención que a pesar de todo lo que tienen que estudiar se hacen el tiempo para experimentar con otros intereses y realizar obras humanitarias, como las iniciativas vinculadas a las personas sin hogar”, apunta.
Cecilia Coddou
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