La actividad tuvo como propósito informar y orientar sobre los procedimientos, requisitos y mecanismos de apoyo que ofrece la institución para propiciar el avance en la jerarquía de los docentes que tengan entre ocho y 12 años en esa categoría y más de 11 horas contratadas. En este contexto se dieron cita las autoridades académicas para analizar las estrategias posibles de adoptar frente a este desafío institucional.
Los profesores asistentes trabajaron en las dificultades y apoyos para
ascender en la carrera académica. |
Así, el primer día se dieron cita los directores de programa del Instituto de Ciencias Biomédicas, de escuelas de pregrado y de la Escuela de Salud Pública; al siguiente, se convocó a directores de departamento, campos clínicos y centros. Durante la segunda reunión, el doctor Cristián Miranda, director del Departamento de Ginecología y Obstetricia del Hospital Clínico de la Universidad de Chile y miembro de esta subcomisión, se refirió a la importancia –tanto para la institución como para los interesados-, que tiene el ascenso jerárquico de los académicos, así como recordó diferentes situaciones que han afectado o modificado el proceso de evaluación a lo largo de la historia reciente de nuestra corporación.
Posteriormente la profesora Zulema de Barbieri, directora de la Escuela de Fonoaudiología y presidenta de la entidad organizadora, profundizó en las “Políticas y procedimientos de recursos humanos aplicables al cuerpo académico”, documento aprobado en Consejo de Facultad en mayo de este año, en el cual el desarrollo académico es uno de sus lineamientos. Así, se refirió a sus objetivos, definición y los medios para alcanzar ese desarrollo, ahondando en lo que son las fases de este proceso: formación, producción y consolidación, en la primera de las cuales deberían encontrarse los profesores ayudantes, instructores y asistentes con menos de dos años; en la segunda, los asistentes con más de dos años y los asociados con menos de ese tiempo en la jerarquía, y en la última los asociados y los titulares. Luego, dio a conocer los apoyos e incentivos que ofrece la Facultad de Medicina para cada una de esas fases, para finalizar con el plan de acción de la subcomisión que preside.
Los recursos para crecer están
Por su parte, el presidente de la Comisión Local de Evaluación Académica de nuestro plantel, doctor Eduardo Atalah, informó a los asistentes acerca de las funciones de este cuerpo, así como las propias de la Comisión Superior ; las jerarquías establecidas para las carreras ordinaria, docente, adjunta y agregada, y los requisitos para postular a profesor asociado, así como los aspectos críticos en este procedimiento. A continuación, definió las características que deberán poseer quienes opten a la carrera adjunta, las etapas de evaluación de los postulantes a profesor asociado y finalizó entregando antecedentes que caracterizan a los actuales profesores asistentes, así como los resultados de las postulaciones realizadas entre los años 2006 y 2008.
Abiertas las preguntas a los inscritos, éstas se refirieron al rol clave que en este proceso deben tener los directores de departamento o unidad, los impedimentos que establece el que las publicaciones científicas sean en revistas indexadas –cuando la disciplina no es medicina-, la falta de argumentos explícitos para los rechazos por parte de la Comisión Superior y la opción de las carreras adjunta y agregada para quienes tengan jornadas cercanas a las 11 horas.
Por último, y antes de una sesión de trabajo en grupos –en los profesores asistentes analizarían dificultades personales e institucionales para el ascenso, así como los apoyos necesarios para ello- la decana de la Facultad de Medicina, doctora Cecilia Sepúlveda, felicitó la organización de esta iniciativa, “que debería ser rutina entre nuestras actividades”, dijo, “pues es un paso importante dentro de lo necesario para que nuestro plantel tenga una política coherente y concreta que apunte al aseguramiento de la calidad de nuestros recursos humanos”. Luego, recordó que la institución ha puesto a disposición del cuerpo docente una serie de recursos de apoyo, tales como la Dirección de Investigación y Tecnología –que ofrece diferentes asesorías en la realización de proyectos científicos, la obtención de financiamiento para ello y su publicación- y la propia Subcomisión de Desarrollo Académico. Por último, aludió a las iniciativas que en la materia está analizando la propia Universidad de Chile, como la contratación de nuevos académicos con la más alta formación o las medidas a tomar para que todas las unidades desarrollen o cautelen espacios de desarrollo para estos recursos avanzados.
Cecilia Valenzuela
