Fueron 35 los médicos, enfermeras, abogados, tecnólogos médicos, matronas y psicólogas, que recibieron el viernes 11 de mayo sus certificados tras haber cursado los Diplomas en Bioética Clínica y Etica de la Investigación Biomédica, ambos impartidos por el Departamento de Bioética y Humanidades Médicas de la Facultad de Medicina de la U. de Chile.

Los egresados de los diplomas junto a los doctores Mireya Bravo y Sergio Valenzuela.

Durante la ceremonia el director del departamento, doctor Sergio Valenzuela, reconoció el logro académico de los profesionales, destacando su gran esfuerzo y dedicación. Asimismo, resaltó que, haciendo un seguimiento a los egresados desde el año 2000, se ha podido constatar que los ex alumnos le adjudican gran importancia a estos programas de estudios.

“Nos han señalado que esta experiencia les ha otorgado enriquecimiento profesional, les ha proporcionado herramientas para la resolución de problemas ético-clínicos y les ha abierto a una nueva mirada a la relación médico-paciente. Además, actualmente muchos de ellos se encuentran participando en comités de ética, tanto de investigación como ético-asistenciales”, señaló el doctor Valenzuela.

El médico añadió que la facultad se siente orgullosa de estar apoyando de manera responsable al desarrollo de esta disciplina en Chile e hizo un llamado a los egresados a seguir perfeccionándose.

También señaló que son muchos los desafíos futuros: “Hay que seguir mejorando los programas y abriéndonos a la mirada de otras disciplinas como la historia de la medicina, epistemología, psicología moral, hermenéutica y salud pública, entre otras”.

Humanizando la medicina

En tanto, la directora del Programa de Diplomado en Bioética Clínica y Etica de la Investigación Biomédica, doctora Mireya Bravo, realizó una notable presentación en que profundizó sobre el aporte de la bioética a la humanización de la medicina.

En la ocasión, señaló que la bioética ha rescatado la esencia de la profesión al hacerse cargo de las críticas que la sociedad le ha formulado y al enfrentar los desafíos del avance científico técnico. “Desde este punto de vista surge como un movimiento que intenta rehumanizar la medicina en el nuevo escenario del mundo, pudiendo ser considerada como el baluarte de la tradición médica”, dijo la doctora Bravo.

Comentó, asimismo, que en los últimos años se está dando paso a una nueva forma de relación entre el médico y el paciente, en que por un lado están ambos y por el otro las instituciones de salud. “De esta forma causas externas a la medicina, derivadas de los cambios que está experimentando la sociedad actual, amenazan los valores intrínsecos de la profesión médica”, apuntó.

Emma Gómez, académica de la Escuela de Obstetricia y Puericultura, junto al doctor Sergio Valenzuela.

Deliberación

Otro de los puntos que abordó la doctora Bravo en su discurso fueron los procedimientos en la toma de decisiones. Señaló que la experiencia ha demostrado que para enfrentarse a los conflictos de carácter ético, propios de la práctica médica, y para tomar decisiones correctas o al menos prudentes, no basta con tener principios y virtudes, sino que es necesaria una metodología de abordaje para los casos concretos.

“Se han propuesto diversos métodos pero han sido los procedimientos de deliberación los que han adquirido cada vez más importancia. Y es que entendemos por deliberación un sistema de reflexión y análisis orientado a tomar decisiones en condiciones de incertidumbre”, expuso.

Agregó que el método deliberativo se fundamenta en que la realidad no puede ser conocida completamente, porque es demasiado rica, por ello y ya que nadie tiene todas las respuestas, todos los puntos de vista pueden contribuir a un mejor entendimiento de la realidad.

“Este método es útil para la sociedad no sólo para plantearse los problemas de salud, sino también los referidos a la gestión del medioambiente, a la vida de los seres humanos y los deberes con las futuras generaciones”, acotó la doctora Bravo.

Finalmente, la decana, doctora Cecilia Sepúlveda, quien presidió la ceremonia junto a la subdirectora de Educación Continua de la Escuela de Postgrado, Mariangela Maggiolo, destacó que la universidad está interesada en formar a los profesionales del país para que se impregnen de los nuevos enfoques y así contribuya al mejoramiento del acto médico.

Cecilia Coddou