El 24 de julio de 2007 dejó de existir el doctor Exequiel Lira del Campo, destacado académico, cirujano y ex jefe del Servicio de Cirugía del Hospital del Salvador, recinto asistencial en el que se destacó por sus conocimientos en el tratamiento quirúrgico de lesiones esofágicas y en la enseñanza a incontables nuevos médicos.

Según decían sus discípulos, consideraba al esófago como el órgano más importante del ser humano. ¿Será porque transporta el bolo alimenticio desde la boca hasta el estómago, siendo responsable de la última fase del proceso de deglución? ¿O porque previene el flujo retrógrado de contenido gastrointestinal mediante sus esfínteres superior e inferior? En el caso del doctor Exequiel Lira del Campo, profesor titular de la Facultad de Medicina, debió ser porque le dedicó seis décadas de crecimiento profesional, en las que ha desarrolló técnicas quirúrgicas y mecánicas para su solución, lo que además sirvió a su carrera académica y la formación de muchas generaciones de especialistas.

El doctor Juan Arnoldo Lombardi, quien trabajó junto al doctor Lira en el Servicio de Cirugía del Hospital Del Salvador –y según dijera en un homenaje realizado a este destacado académico en agosto de 2003- , este especialista fue un hombre “consciente del deber de crecer y desarrollarse, en una amplia gama de actitudes y alternativas, haciendo historia en vez de contemplarla, capaz de aprender del pasado, innovar el presente y adaptarse al futuro, independiente y generoso al entregar sin ocultamiento todo su conocimiento, por lo que trasciende del mundo de especialista porque participa de otras manifestaciones de la vida”.

El doctor Lira se inició en la docencia como ayudante alumno de la cátedra de Farmacología del profesor Mardones Restat y luego como ayudante de Clínica de Cirugía del profesor Alvaro Covarrubias, quienes ejercieron una gran influencia en su crecimiento profesional. Hizo su formación de postgrado en Estados Unidos, Brasil y Argentina, luego de lo cual radicó su actividad docente asistencial en el Hospital Del Salvador, donde se desempeñó como jefe del equipo de cirugía de tórax y esófago y, desde 1983 hasta su jubilación, como médico jefe del servicio. La Federación Latinoamericana de Cirugía, Felac, lo nombró como miembro honorario permanente de su directorio.

Dedicado a servir

“Desde el momento en que el enfermo es un ser humano sufriente, la acción del que aspira a sanarlo cruza por zonas tan complejas y variadas como las del saber científico, la riqueza sicológica, la valoración ética y la asistencia que debe el hombre a su semejante, máxime cuando toda relación de situaciones lo coloca bajo su amparo y dependencia”. Con ese pensamiento, el doctor Lira resumió su motivación profesional en aquel homenaje que le dedicara nuestra facultad, agregando que “tempranamente en mi vida me sentí atraído por la medicina, profesión que nos pone a diario en contacto con tantas facetas de la vida humana, que nos ayuda a establecer una relación médico-paciente de la mayor importancia y que nos permite, en gran medida, ayudar a aliviar el dolor y sanar diversas dolencias que afectan al ser humano”.

Cecilia Valenzuela