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Nº 18 - 27 de julio de 2007

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Lanzan proyecto Corfo-Innova
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PULSACIÓN SEMANAL
 
 
Proyecto Corfo busca regular marco Ético de la investigaciÓn en seres humanos
  • Universidades, organismos públicos y la industria farmacéutica participan en iniciativa que busca establecer criterios comunes para evaluar las pruebas científicas.

Chile se encuentra en una muy buena posición frente a otras naciones latinoamericanas en materia de investigación científica en seres humanos. Anualmente se invierten alrededor de 24 millones de dólares en este campo, pese a lo cual la regulación frente al tema es poco clara, los comités de bioética son insuficientes y tienen escasas atribuciones; además, sus integrantes tienen distintos niveles de formación, por lo cual los resultados al evaluar un proyecto pueden ser muy dispares.


Doctor Oscar Arteaga, jefe del proyecto Corfo Innova; Claudio Alvarez, presidente de la Cámara de Industria Farmacéutica; doctora Cecilia Sepúlveda, decana de la Facultad de Medicina de la U.de Chile; doctor Giorgio Solimano, director de la Escuela de Salud Pública; doctor Jacques Girard, de la OPS, y doctor Octavio Henríquez, decano de la Facultad de Medicina de la U. de Concepción.

Esta situación motivó a Corfo a impulsar el proyecto denominado “Sistema de ética científica para el desarrollo de un mercado transparente de investigación en seres humanos”, cuya ejecución está a cargo de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, el Ministerio de Salud y la Organización Panamericana de la Salud. Como entidades asociadas participan la Cámara Chilena de la Industria Farmacéutica , la Clínica Las Condes, el Instituto de Salud Pública y las universidades de Concepción, Arturo Prat y Diego Portales.

La iniciativa apunta a la capacitación de profesionales y técnicos para integrar comités de ética de investigación científica con seres humanos, a través de 30 cursos que se dictarán en todo el país en un período de tres años, abarcando a 1.200 personas. También se busca crear una red nacional de interacción entre los miembros de los comités de ética capacitados, con el fin de disponer de un registro de protocolos de investigación.

En su lanzamiento, realizado el 26 de julio de 2007 en dependencias de la Escuela de Salud Pública, el doctor Oscar Arteaga, jefe del proyecto y académico de la entidad, sostuvo que éste representa una gran oportunidad de poner a Chile “en contacto con el estado del arte internacional en cuanto al marco ético de la investigación científica, con lo cual nuestro país podría entrar a las ligas mayores de esta actividad”. Agregó que debemos alcanzar los estándares mundiales en aspectos como la protección de las personas, la voluntariedad de su participación, la privacidad, la confidencialidad de la información y la responsabilidad frente a las consecuencias de las investigaciones. Asimismo, los comités de ética deben manejar criterios uniformes para evaluar la calidad de éstas.

El doctor Octavio Henríquez, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción, señaló que el proyecto le parece “oportuno y pertinente para el desarrollo del país pues contribuye a formar una nueva masa crítica de recursos humanos en el área científica y tecnológica, y a que la investigación se haga con respeto, cuidado y siguiendo los planteamientos éticos y de seguridad para el paciente”.

Participación multidisciplinaria

Actualmente, uno de los grandes generadores de investigación en seres humanos es la industria de los medicamentos, que participa activamente en el proyecto representada por la Cámara de la Industria Farmacéutica de Chile. El presidente de esta entidad, Claudio Álvarez, destacó el compromiso de su sector en la iniciativa, señalando que la industria farmacéutica de investigación “ha hecho una contribución histórica a la investigación clínica, con recursos humanos y con importante inversión, que durante el año 2006 alcanzó los US$ 22,2 millones e involucró a un número superior a los siete mil pacientes”. Añadió que la innovación en medicamentos es esencial en el progreso, porque “mejora la salud y salva vidas, revoluciona la medicina y hace una efectiva contribución al desarrollo económico y social”.

Alvarez enfatizó la necesidad de mayor innovación en el país, lo cual exige fortalecer la institucionalidad de los estudios clínicos en Chile. “Estamos seguros que este proyecto hará posible que, en el lapso de los próximos tres años, el país dé un gran salto en esta materia, que permita convertir a Chile en una plataforma prestigiada mundialmente en el campo de investigaciones del más alto valor para los avances de la farmacoterapia en el mundo”, puntualizó.

Finalmente, la doctora Cecilia Sepúlveda, decana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, recordó la trayectoria en la disciplina de la bioética en el plantel, con la creación del Centro de Estudios Bioéticos que luego dio paso al Departamento de Bioética y Humanidades Médicas. Asimismo, se creó el comité de ética de la institución y agregó que los respectivos comités de ética de investigación en seres humanos y animales están formados por profesionales expertos, pero también por personas que no tienen especialidad en estas materias, para contar con la voz de quienes participan como sujetos de estudio. Por ello, cuando hoy el país cuenta con una ley para regular la investigación biomédica, y está en estudio un reglamento de los comités de ética, creemos que los ya existentes, como el nuestro, deben ser incluidos como entidades que puedan acreditarse y cuyo informe sea vinculante”.

Daniela Araneda y Cecilia Valenzuela