El rector de la Universidad de Chile, profesor Víctor Pérez, con la mejor alumna de la promoción, María Fernanda Bravo.

Una nueva generación de 35 nutricionistas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile recibió su título profesional, en una ceremonia realizada el 20 de julio de 2007 en el Salón Lorenzo Sazié, el cual fue encabezado por el rector de la corporación, profesor Víctor Pérez; la decana del plantel, doctora Cecilia Sepúlveda, y la directora de la Escuela de Nutrición y Dietética, profesora Lucía Cariaga.

La profesora Cariaga recordó a sus nuevos colegas que, pese a haber concluido sus estudios durante el 2006, “aún son estudiantes, aún están aprendiendo a conducir su relación con la vida. El ejercicio de nuestra disciplina representa en la actualidad una gran responsabilidad, especialmente en la mantención de una vida saludable, lo que contribuye al mejoramiento de la calidad de vida de la población”.

Por su parte, el rector Víctor Pérez señaló que “mi presencia representa hoy a toda nuestra casa de estudios, para agradecerles el producto que hoy vemos, que tiene que ver con personas, ciudadanos, profesionales. Nuestra misión es contribuir a pensar y hacer el país que queremos, más justo y solidario, y se expande por él a través de ustedes. Por ello, a ustedes los verán como nuestros egresados, lo que ustedes hagan es lo que hace la Universidad de Chile”.

A nombre de los egresados se dirigió a los presentes Cinthya Barrera, haciendo hincapié en la responsabilidad ética de su profesión al respecto de educar a la comunidad nacional en alimentación y nutrición, así como que su misión primordial es ser los gestores de su propio desarrollo y crecimiento.

La generación 2006 de la Escuela de Nutrición y Dietética.

Finalmente la doctora Cecilia Sepúlveda dijo que “ya no son los niños que llegaron hace cinco o seis años, son jóvenes que adquirieron competencias y habilidades y que aportarán a la prevención, diagnóstico y tratamiento en temas de nutrición. Estamos orgullosos, pero no olviden que ésta es una etapa; vendrán otras, pues recuerden que en su área el conocimiento se desarrolla permanentemente, por lo que es necesario actualizarse para estar al día”. A ello, añadió que “a través suyo cumplimos la misión de formar profesionales de la salud que el país necesita. Mantengan su corazón azul, además de ejercer con excelencia, guarden siempre los valores y principios de nuestra casa de estudios”.

Como mejor alumna fue premiada la egresada María Fernanda Bravo; como mejor compañera, fue elegida Francisca Herrera.

Cecilia Valenzuela