Nº 322 - 12 de diciembre de 2014

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El 2 de diciembre de 2014
Depositarios de la historia de la Universidad de Chile

  • Así fueron definidos por el rector de la Casa de Bello, doctor Ennio Vivaldi, los nuevos profesores eméritos de la Facultad de Medicina, doctores Raúl Fernández Donoso y Antonio Morello Caste, durante la ceremonia en que la institución reconoció su contribución al saber superior y a la formación de nuevas generaciones de profesionales de la salud.

Los profesores eméritos Antonio Morello y Raúl Fernández con el rector de la Universidad de Chile, doctor Ennio Vivaldi.

La trayectoria académica y profesional de los homenajeados fue reseñada por el decano del plantel, doctor Manuel Kukuljan. De esta manera, recordó que el doctor Fernández, del Programa de Genética Humana del Instituto de Ciencias Biomédicas recibió el título de Cirujano Dentista en 1959 y fue elegido Profesor Titular de la Cátedra de Biología General de la Facultad de Odontología en 1965 y del Departamento de Biología Celular y Genética de la Facultad de Medicina en 1972-1997.  Tiene estudios de postgrado en Citogenética y Estructura del Núcleo en la Universidad de Sao Paulo-Brasil y en la Universidad de Pavía-Italia. Ha sido becado por la Fundación Rockefeller y por la Comisión Internacional de Energía Atómica. Asimismo, señaló que su participación en sociedades científicas es elocuente respecto de su compromiso con la disciplinas, pues ha ocupado la presidencia de diferentes sociedades científicas, tales como la Sección Biología Celular de la Sociedad de Biología de Chile (1980-1981)  y la Sociedad de Genética de Chile (1986-1987). Cuenta con 14 proyectos Fondecyt, uno aún en ejecución; ha publicado numerosos trabajos científicos y presentaciones de comunicaciones originales en Citogenética y Cariobiología, cuatro capítulos monográficos y es el editor de un libro titulado "El Núcleo los Cromosomas y la Evolución" publicado por Unesco. Entre sus proyectos internacionales, el doctor Kukuljan relevó el de coordinador del Programa Multinacional de Genética (1972-1977) y del Proyecto Especial de Citogenética (1978-1982), ambos de la OEA; por último, ahondó en su contribución a la administración académica, pues fue director del Departamento de Biología Celular y Genética; miembro del Consejo de Grados Académicos de la Facultad de Medicina, de la Comisión Central de Evaluación Académica de las facultades de Medicina y de Odontología, así como de la Comisión Superior de Evaluación Académica de la Universidad de Chile, la cual presidió de 1994 al 2000. Por último, de 2007 a 2009 fue miembro del Consejo de Evaluación de la Universidad de Chile.

En referencia al doctor Antonio Morello, el decano dio a conocer que obtuvo el título de Químico Farmacéutico en la Universidad de Chile en 1960; el  doctorado de la Universidad de Western Ontario en 1968 y alcanzó el grado de Profesor Titular de nuestra corporación en 1982. Ingresó a la Escuela de Medicina a mediados de 1961  a la sección Bioquímica dirigida por el profesor Moisés Agosín  del Instituto de Parasitología  dirigido por el profesor Amador Neghme, estada que lo marcó para siempre en  su orientación de la investigación científica. Su investigación estuvo siempre relacionada con la Enfermedad de Chagas, tanto en el estudio del vector vinchuca como del Tripanosoma cruzi, es decir en aspectos  básicos pero relacionados con las orientaciones reales de la patología, tales como la resistencia a insecticidas de la vinchuca y la resistencia a las drogas del parásito. De esta forma, su primera publicación relacionada con la resistencia al DDT por parte de la vinchuca apareció en la revista Nature en 1964. También ha contribuido a la ciencia básica en materia de hidatidosis y el desarrollo de agentes naturales o sintéticos contra el cáncer. Esta línea de trabajo la ha desarrollado colaborativamente con numerosos investigadores del ICBM  y de académicos de otras facultades de la Universidad de Chile y de otros planteles como las universidades de Buenos Aires, la República de Uruguay o Granada de España. En ella han participado aproximadamente 40 estudiantes de pre y post grado (programas de magíster y doctorado), dando origen a aproximadamente 100 publicaciones, 170 presentaciones a congresos nacionales e internacionales y numerosas tesis. Además, ha sido apoyada por más de 25 fondos concursables tanto del país como del extranjero. En los aspectos académicos administrativos ha tenido, entre otras responsabilidades, cargos como director del departamento de Bioquímica y Química y del programa de Farmacología del ICBM; director de la Oficina de Investigación de la Universidad de Chile; miembro de la Comisión  Central de Evaluación Académica de la Facultad de Medicina y vicepresidente de la Sociedad  de Chilena de Parasitología.


El decano de la Facultad de Medicina, doctor Manuel Kukuljan, destacó que ambos homenajeados constituyen y demuestran la esencia de un académico de nuestra institución.

Finalmente, el doctor Kukuljan señaló que más allá de sus respectivas trayectorias, ambos homenajeados “constituyen y demuestran la esencia de un académico de nuestra facultad, tanto en su contribución científica y académica, como sobre todo por una profunda vocación institucional que se vislumbra en las responsabilidades que han tenido a lo largo de sus dilatadas carreras, pero más en sus palabras interesadas, comprometidas, de quienes llevan en la sangre el espíritu de hacer progresar a la Universidad de Chile”.

Ejemplo de generaciones futuras

En emocionadas palabras a los asistentes, el doctor Fernández agradeció a autoridades universitarias y colegas esta distinción y recordó su vida académica de 59 años de trabajo en la Universidad de Chile, “desde que fui nombrado ayudante alumno por el profesor Mario Noé, profesor titular de la cátedra de Biología en la Facultad de Odontología, en 1955”. En todo este tiempo, agregó, “he recibido de la corporación una formación integral y de excelencia, una cultura y visión equilibrada de Chile que agradezco infinitamente. He procurado siempre transmitir mi compromiso y espíritu universitario a las generaciones de estudiantes con las que me ha tocado interactuar”. Asimismo, rememoró a sus maestros, Gustavo Hoecker y Danko Brncic, entre otros destacados científicos; sus inicios en la genética y su labor de investigación, memorias en las que cruzó diferentes episodios de la vida nacional e institucional, como la Reforma Universitaria, el golpe de Estado en 1973 y el retorno de la democracia con los avances en el conocimiento de su disciplina en los que le tocó contribuir.

En su propio estilo, el doctor Morello repasó anécdotas de su mentor, el profesor Moisés Agosín, a quien definió como de excelencia pero muy estricto, a quien tuvo que obedecer “como se hacía antes; si a uno le tocaba un buen profesor, todo marchaba bien, pero si no era una tragedia”. A modo ilustrativo, recordó dos relojes murales que están a la entrada de las dependencias del ICBM, cada uno detenido en una hora distinta desde hace décadas; “pero el tiempo pasa y se siente, como los estudiantes de uno, que lo comienzan a superar, lo cual es agradable aunque difícil, a uno le gustaría estar siempre en la primera línea, pero no se puede, el conocimiento avanza demasiado rápido… Yo hice mi tesis de doctorado con regla de cálculo”.

Cerrando la ceremonia, el doctor Ennio Vivaldi, rector de la Casa de Bello, en nombre de la institución, dio las gracias a los doctores Fernández y Morello, “porque este nombramiento releva sus trayectorias y tiene el carácter de servir de ejemplo para generaciones futuras, que es lo que le da la continuidad histórica a una corporación”. Pero además, y desde la perspectiva de haber sido estudiante de los homenajeados, recordó su compromiso académico, profesional y personal tanto con las nuevas generaciones como con sus respectivas disciplinas y con el país, por lo que les agradeció su rol como depositarios de la historia de la Universidad de Chile, la cual han transmitido sin pausa a lo largo de toda sus carreras.

Cecilia Valenzuela


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