“Al momento de asumir la conducción de la Facultad nos propusimos como primera tarea crear confianzas, junto con recuperar la capacidad de discutir transversalmente y estimo que en estos meses hemos dado pasos muy importantes en pos de ese objetivo”, señala el Dr. Kukuljan, al tiempo que define el momento actual como de oportunidad para “avanzar por un camino de desarrollo institucional participativo y transparente”.
Dr. Manuel Kukuljan
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En las últimas semanas se ha reunido con los claustros académicos de los programas de Genética, Fisiopatología (Oriente), Fisiología y Farmacología, todos del ICBM, así como también con los departamentos de Fonoaudiología y Nutrición; reuniones cuyo propósito no sólo es informativo sino también como él señala, son “instancias de diálogo que serán una práctica habitual durante nuestra gestión”. Junto con destacar el interés que estas comunidades han manifestado respecto de los procesos actuales y futuros de la Facultad, el Decano releva el consenso que observa respecto de la oportunidad histórica que la institución tiene para “cambiar y superar paulatinamente un modelo que fomenta el aislamiento y la dispersión de esfuerzos”.
En todas estas instancias de diálogo, la autoridad académica ha reconocido que si bien en general los diagnósticos previos en cuanto a las características de los problemas de la Facultad fueron acertados, no lo fueron en cuanto a la profundidad de los mismos: “hoy, con más información, estamos redoblando esfuerzos y ajustando plazos para cumplir con los compromisos que hemos asumido frente a la comunidad y que dicen relación con el desarrollo académico integral, la calidad de vida en la que se desenvuelve nuestro quehacer y el servicio a las necesidades de la sociedad”, afirma el Dr. Kukuljan.
Integrar y articular para avanzar hacia un proyecto común
Respecto de la articulación de iniciativas que se propone desde su gestión, el Decano destaca la necesidad de (re)formular proyectos de desarrollo reales para las unidades y puntualiza: “reales en el sentido de que cuenten con hitos, recursos, responsables y una evaluación ad hoc, ello para trascender de la mera declaración de intenciones y posibilitar una verdadera articulación entre las más de 60 unidades de la Facultad”. Agrega que para ello la Dirección de Planificación ya está trabajando con las unidades, “bajo la orientación de estos tres ejes articuladores”.
Al hablar de desarrollo académico y para ilustrar una de las vías que a su juicio se deben usar, el Decano destaca la adjudicación de un fondo MECESUP para el proyecto “Innovando los modelos de docencia, gestión y atención clínico comunitario en un centro de salud familiar" (más información aquí), en el cual “se prueban las enormes posibilidades de interacción y articulación entre unidades de la Facultad, de la Universidad y del medio”.
Asimismo, la autoridad académica destaca la respuesta institucional respecto del plan de aumento de las capacidades para la formación de especialistas impulsado por el MINSAL, señalando que “se ha hecho el mayor esfuerzo considerando las oportunidades y también la calidad de la formación. Esta es una materia que debe tratarse con suma responsabilidad. No se puede improvisar la capacidad formadora pues la calidad con que lo hacemos es precisamente nuestro sello. La plantilla definitiva de cupos se va a aumentar, menos de los que el MINSAL espera pero manteniendo la calidad de nuestra oferta formadora”.
Los nuevos departamentos, el Hospital Clínico de la Universidad de Chile y la Escuela de Medicina
Como es de conocimiento de la comunidad, los nuevos departamentos de Enfermería, Fonoaudiología, Kinesiología, Promoción de la Salud de la Mujer y el Recién Nacido, Tecnología Médica y Terapia Ocupacional y Ciencia de la Ocupación ya están en pleno funcionamiento. Sobre el futuro de estas nuevas unidades el Decano señala que “hay muchas expectativa y también interés por avanzar. Algunos de los nuevos departamentos requieren una mayor superación de brechas iniciales y allí focalizaremos esfuerzos. Esto tiene distintos significados en las distintas unidades, por ejemplo, en algunas significa apoyar la formación avanzada de académicos en la disciplina y en otras puede significar apoyar la inversión en infraestructura y equipamiento para el desarrollo disciplinar, o la liberación de tiempo académico de tareas de administración u otras para la concentración en la actividad disciplinar. Estamos trabajando para dar respuesta progresiva a las demandas que surjan de los planes de cada unidad”.
Con respecto a la relación entre el HCUCH y la Facultad (“somos todos Facultad de Medicina” dice el Dr. Kukuljan), el Decano confía en que pronto puedan materializarse los canales de interacción formal con las nuevas autoridades que designe el nivel central: “El Rector conoce y comparte nuestro interés por una mayor integración con el Hospital y estamos muy optimistas por la voluntad de articulación que día a día y en todos los ámbitos manifiestan los académicos y académicas del HCUCH. Esperamos comenzar a cumplir los compromisos cuanto antes”, afirma el Decano.
En otro orden, durante el año 2015 corresponde iniciar el proceso de reacreditación de la carrera de Medicina cuya Escuela cuenta con un nuevo de director: “nos hemos tomado todo el tiempo necesario para afinar esta decisión. El nuevo director es el Dr. Esteban Cortés, un académico de la casa y cuyos antecedentes lo convierten en la persona idónea para emprender el desafío de conducir a la Escuela de Medicina a su reacreditación y a una nueva etapa en su desarrollo. Le deseamos mucho éxito en su gestión”.
Los cambios en el Consejo de Facultad
Para el Dr. Kukuljan el rol que le cabe al Consejo de Facultad en el futuro de la institución es clave: “en el pasado el rol del Consejo estaba algo minimizado pues se planteaban y decidían aspectos estratégicos bajo modelos poco compatibles con una participación y deliberación real. La manera en que se aprobaba el presupuesto, por ejemplo, distaba mucho del objetivo de esta herramienta, que es ni más ni menos que asignar recursos de manera responsable para ejecutar las acciones que el propio Consejo debe priorizar”.
Para avanzar en un cambio progresivo respecto a lo anterior, en sucesivas sesiones del órgano colegiado de la Facultad la autoridad académica ha presentado propuestas para optimizar el funcionamiento del Consejo así como también para discutir en profundidad temas como el presupuesto o las alternativas de desarrollo académico que la Facultad decida emprender, iniciativas todas que han dado origen a comisiones ad hoc integradas por consejeros y miembros del equipo directivo: “los cambios en el funcionamiento del Consejo no sólo han sido muy bien recibidos sino que el interés por participar crece” afirma la autoridad académica que preside el Consejo de Facultad.
El Dr. Kukuljan agrega que “en el Consejo de Facultad se han tratado temas muy relevantes cuyas conclusiones no siempre han llegado a gran parte de la comunidad y para conseguir una participación real e informada es necesario que el rol de mandatarios de sus respectivos claustros que le cabe a los consejeros sea repotenciado, en tanto ellos son representantes de sus comunidades y como tales les cabe la obligación de informar a sus representados”.
Desafíos inmediatos
El pasado jueves 20 de noviembre el Consejo de Facultad conoció y aprobó una propuesta para estudiar un cambio de destino del préstamo del nivel central para el edificio de aulas presentada por el Decano. La idea –que debe ser aprobada por el nivel central de la Universidad- pretende aumentar la cobertura de mejoramiento en tanto extiende la inversión a otros espacios que forman parte de la facultad y en los cuáles se desarrolla parte importante de la actividad académica. El Dr. Kukuljan recalca que los recursos “se orientarán a promover la integración de la Facultad en su conjunto en lo que respecta a las inversiones y además cubrirían necesidades de atención inmediata”.
¿Mitiga esta iniciativa el déficit presupuestario?
-No. Son cosas completamente distintas. La idea principal detrás de esta propuesta es conseguir un margen de maniobra que nos permita ampliar y mejorar la disponibilidad de aulas e invertir en el equipamiento de las mismas, aspecto considerado insuficiente en el proyecto original. En segundo lugar, de aprobarse esta iniciativa a nivel central, las propuestas específicas que contendría, así como los mecanismos de priorización, deben ser tratados por la Comisión de Desarrollo Académico y el pleno del Consejo de Facultad, a partir de nuestra propuesta, la que obviamente se basará en la información y planes de desarrollo existentes y complementada por las unidades que conforman la Facultad y HCUCH.
¿Cómo se llegó a la situación presupuestaria actual?
- La estructura, tamaño y características actuales de la Facultad son resultado de decisiones tomadas hace décadas y de la deriva subsecuente. En los análisis que hemos hecho, más allá de problemas graves pero puntuales, como la deuda generada por el ITPUCH, lo que hemos detectado es un déficit estructural que ha venido creciendo desde hace al menos 10 años. Las remuneraciones consumen cerca de un 85% del Fondo General, lo que genera un desequilibrio presupuestario, dado que para atender las demás necesidades que debe cubrir este Fondo se ha echado mano a otros ítems del presupuesto como por ejemplo los Ingresos Propios, produciendo dificultades en aquellas unidades que los generan. Esta situación debe ser corregida y de hecho el Consejo ya aprobó nuestra moción de que los Ingresos Propios no podrán ser utilizados para cubrir gastos presupuestados en el Fondo General y su eventual uso en inversiones de interés transversal institucional estará sujeto al acuerdo explícito entre las unidades y dirección de la Facultad.
¿Cómo se mejora una situación como la descrita?
-Evidentemente estamos en una situación delicada de la que solo podremos salir con un aumento sustantivo en los ingresos institucionales y cautelando al máximo el uso de los recursos existentes, bajo el imperativo de cumplir nuestra misión. Fácil decirlo, no tan fácil ponerlo en marcha, pero de eso se trata el desafío. Como lo hemos repetido en todas las instancias, es evidente que el escaso financiamiento estatal a las universidades públicas está haciendo crisis y esperamos que el gobierno cumpla con lo comprometido para remediar esta situación. Al mismo tiempo, creemos que en cualquier escenario nuestra obligación es usar los recursos públicos de manera responsable, con transparencia y sobre todo cumpliendo nuestras funciones bajo el signo de la calidad que le da sentido a una universidad pública. Para ello es imprescindible mejorar nuestro funcionamiento
interno reorganizando y optimizando procesos y el modo en que cumplimos
algunas de nuestras tareas.
En lo específico y respecto del 2015, el Decano asegura que “se están explorando alternativas que nos permitan darle aire a la economía de la Facultad, siempre en el entendido de que debemos articular nuestras capacidades y avanzar hacia un proyecto de desarrollo común” afirma el Dr. Kukuljan.
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