Nº 273 - 13 de Agosto de 2013

Expertos internacionales expondrán sobre los desafíos de la salud mental
Leer más..

Escuela de Salud Pública presente en la nueva versión de la Expo Hospital 2013
Leer más..

Sida: la mejor vacuna es el conocimiento
Leer más..

Sida: la mejor vacuna es el conocimiento


Doctor Alejandro Afani.

En más de 30 años, la infección del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), pasó de manifestarse clínicamente como una enfermedad mortal a ser una patología crónica controlable como por ejemplo la diabetes o hipertensión arterial, que con tratamiento los pacientes tienen una muy buena calidad de vida, permitiendo seguir con sus actividades de forma normal.

En 1995 realizamos, como resultado de un esfuerzo académico entre la Facultad de Medicina y el Servicio de Inmunología del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, el primer Curso de Actualización en Sida. Con la décima versión que acabamos de culminar, 18 años después, más de mil profesionales  de la salud provenientes de los 34 centros de todo el país –que se desempeñan en diferentes ámbitos relacionados con esta infección-,  han puesto sus conocimientos al día en una disciplina que cambia constantemente, porque los avances en una enfermedad considerada como nueva, pues el primer caso en el país data de 1984, son muy rápidos, relevantes y se han incrementado mucho en los últimos años.

Es así como, en la actualidad, el desarrollo de las terapias no sólo apunta solo a la potencia, sino que a mejorar la adherencia de los pacientes a ellas, a través de diferentes estrategias: disminuir el número de tabletas a consumir con mejores coformulaciones; reducir toxicidades y efectos secundarios e, incluso, atacar aquellos reservorios en los que los tratamientos actuales no tienen buena llegada como lo es el sistema nervioso central. Por ejemplo, hoy es posible ofrecer una terapia antirretroviral de alta actividad con una sola tableta, facilitando de manera significativa la adherencia, disminuyendo el fracaso virológico; asimismo, hay drogas con menos efectos adversos, con más y mejor potencia; incluso, vienen en camino terapias con medicamentos inyectables de depósito, mediante los cuales, por ejemplo, los pacientes se pondrían una inyección cada tres meses, pero esto aún está en estudio.

En los últimos años se está trabajando en el desarrollo de terapias llamadas “erradicadoras”, que apuntan a anular el virus de reservorios específicos donde la efectividad de los medicamentos actuales no es buena y algunas células que están latentemente infectadas. Es por eso que cuando se habla de carga viral indetectable, quiere decir que no se puede determinar con las técnicas actuales en el plasma; pero, además, no se realiza de manera rutinaria detección en otros fluidos, como líquido cefalorraquídeo y semen y, por otro lado, quedan células que no expresan antígenos virales en su superficie, por lo que escapan a la acción de la respuesta inmune y son refractarias al tratamiento; así, son la causa de que, si se suspenden los medicamentos, el virus vuelva a replicarse de manera activa e, incluso, se pueda desarrollar resistencia. Todavía no existe una cura a la infección por VIH, pero a través de ésta y otras iniciativas se está trabajando en ello.

Otro de los temas en los que hay que seguir adelante es en el de la resistencia. Si un paciente tiene problemas de adherencia, o la efectividad de la terapia que está utilizando se ve menoscabada por la interacción con otros medicamentos o por factores del propio virus, se puede producir esta situación en que determinadas drogas dejan de tener efectividad, debido a la presencia de mutaciones asociada a resistencia en los genes de la transcriptasa reversa, proteasa o integrasa del virus. Para estos casos es que, actualmente, se cuenta con un abanico de más de 25 fármacos de los cuales se elige para ofrecer una nueva alternativa de tratamiento, pero hay que evitar llegar a complicaciones como ésta, pues la acumulación de mutaciones de resistencia, puede dejar al paciente a través del tiempo sin opciones terapéuticas.

Para eso, es importante mejorar la difusión y formación en el tema, a partir de la educación sexual temprana en todos los establecimientos educacionales, así como entre los profesionales de la salud de todas las disciplinas, que es en lo que estamos trabajando como Facultad de Medicina con nuestros futuros egresados. La infección por VIH es un excelente ejemplo de integración básico clínica, donde a partir de discusión de casos clínicos, se puede promover la interacción de los estudiantes de las ocho carreras de la salud, en diversas áreas del conocimiento; este tipo de experiencias va en el sentido de lo que se pretende en la Innovación Curricular de nuestra institución.

Siempre habrá más por saber y aprender. Quienes trabajan en los 34 centros de atención integral para pacientes con VIH en la Cohorte Chilena de Sida, tienen claro que deben mantenerse constantemente actualizados para poder ofrecer el mejor y más completo tratamiento a las personas que viven con este virus. Para prevenir y para diagnosticar, hay que saber. Hasta ahora, la única vacuna contra la infección por VIH es el conocimiento. Por el momento lo fundamental es informar a la población y promover la realización del test de Elisa con frecuencia, tal como realizarse un perfil lipídico o un hemograma, apuntando a un diagnóstico temprano y, por lo tanto, a un tratamiento oportuno, lo que indirectamente tiene impacto en reducir la transmisión del VIH.

Dr. Alejandro Afani
Vicepresidente Corporación Sida Chile
Director Académico Facultad de Medicina
Universidad de Chile


PULSACIÓN SEMANAL
El Pulso
 © Todos los derechos reservados
elpulso@med.uchile.cl