El curso “Salud integral adolescente para funcionarios de Sename” se realizó entre el 30 de julio y el 1 de agosto de 2013, “orientado a las necesidades que, como institución y como personal de salud dedicado a la atención de estos niños y jóvenes privados de libertad, nos señalaron como sus prioridades”, dijo la directora del Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente, Cemera.
El psiquiatra Mariano Montenegro durante una de las conferencias del curso. |
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La temática del curso abarcó temas que incluyeron tanto los aspectos del desarrollo juvenil normal como variantes respecto de salud mental –abuso sexual, adicciones, trastornos del comportamiento y otros-, salud sexual y reproductiva y las características de los adolescentes infractores de la ley. Estas temáticas se abordaron con diferentes metodologías, como son charlas expositivas, conversaciones y dinámicas grupales.
La iniciativa contó con la participación de 17 enfermeras (os) y técnicos paramédicos que se desempeñan en igual número de centros cerrados de justicia juvenil que Sename tiene a lo largo de todo el país, donde residen jóvenes infractores de ley –en su gran mayoría varones- desde los 14 años en adelante, pues si reciben sentencia antes de la mayoría de edad la cumplen en su totalidad en estos recintos. Según explicó Natalia Vergara, coordinadora nacional de salud de este servicio, “desde 2012 estamos implementando un plan para mejorar la calidad de vida de los jóvenes internados que cuenta con 11 medidas específicas, una de las cuales incorpora los aspectos de salud. Por ello consideramos indispensable la capacitación del personal que está a cargo de la atención sanitaria en cada uno de los centros, la cual Cemera está haciendo muy bien desde la perspectiva de contextualizar los conocimientos e información que nos están dando a la realidad en que trabaja nuestro personal”.
¿Cuáles son los desafíos más relevantes del trabajo con jóvenes imputados o procesados?
Un alto porcentaje de ellos presenta trastornos en cuanto a su salud mental, pues debido a sus historias familiares y los contextos sicosociales de donde provienen, desde pequeños presentan vulneraciones a sus derechos, en todos los aspectos, lo que además de llevarlos a cometer delitos tiene repercusiones en salud física: tienen problemas dentales, presentan malnutrición, muchos malos hábitos. Asimismo, constatamos consumo de sustancias adictivas, comorbilidad siquiátrica en algunos casos y, además, todos lo que para ellos trae aparejada la internación, que puede agravar algunos cuadros ya existentes; entonces, estamos actuando en su pasado y presente, para prevenir su reincidencia en el futuro.
Natalia Vergara, coordinadora nacional de salud de Sename |
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¿Cómo califica el aporte que representa el curso dictado por Cemera?
Son especialistas en el trabajo en adolescentes con factores de riesgo; eso nos interesa mucho, así como el soporte que representa la Universidad de Chile como institución educativa. Su equipo mostró una excelente disposición para orientar las temáticas por tratar a la realidad en que nos toca trabajar, para que los colegas recibieran la mirada tanto desde la normalidad como desde la vulneración de los derechos, y les den herramientas para que puedan seguir formándose de forma autónoma en este aspecto. Además, en el pregrado no se ve este sujeto de atención; no existen cursos o programas de postítulo, y quizás nunca van a existir por la complejidad del tema. Por eso queremos dar estas capacitaciones, lineamientos y material a nuestro equipo.
Por su parte, la doctora Montero se mostró muy satisfecha con la implementación de esta iniciativa, pues “por una parte, nos ofrece enormes posibilidades de no sólo cumplir con nuestra misión universitaria frente a jóvenes tan vulnerables y vulnerados como son ellos, sino que también la posibilidad de hacer otros cursos a futuro, e incluso investigación en diversos ámbitos relacionados; por ejemplo, cómo se protege o resguarda la salud mental de los funcionarios, entre muchos otros”.
Cecilia Valenzuela L.
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