Como comenta la profesora Claudia Sepúlveda, una de las coordinadoras, “el diploma tiene una parte teórica y una práctica, según las cuales los participantes van rotando por estos campus clínicos, y eso les da una mirada más global, tanto de instituciones privadas como públicas”.
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Profesoras Jacqueline Leiva y Claudia Sepúlveda dando la bienvenida a
los profesionales |
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“Este año participan 14 enfermeras y enfermeros que tienen experiencia de al menos dos años en atención de UCI pediátrica. La parte teórica termina a mediados de noviembre, y el tiempo que tienen para hacer la práctica es desde la segunda quincena de noviembre, diciembre y enero”, agrega la profesora.
La docente Jacqueline Leiva, también coordinadora del diploma, dice que “en todas las versiones anteriores se han certificado aproximadamente 90 personas. La expectativa de la escuela es que ellos no se queden solamente con el “hacer” y el aprendizaje en lo laboral a través el tiempo, sino que tengan un pensamiento crítico y reflexivo en relación a su quehacer”.
Entre las participantes se encuentra Carmen Gloria Aránguiz, quien trabaja en la UCI de la Clínica Isamédica de Rancagua. “Me interesa adquirir conocimientos, compartir experiencia y tener más fundamentos en cuanto a la atención de enfermería en la atención de pacientes pediátricos”. Por su parte Pilar Pérez, de la UCI Pediátrica de la Clínica Las Condes, dijo que le interesa complementar la parte práctica con la teórica y, principalmente, “generar un pensamiento crítico con las diferentes metodologías de los hospitales, porque entre los recintos públicos y privados hay una brecha importante con respecto a los recursos, a la distribución del personal y de cómo hacer las cosas, entre otros temas”.
René Bustos
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