La entrega de estas becas se oficializó el 29 de mayo de 2013, ocasión en que el director de la Escuela de Postgrado de la Facultad de Medicina, doctor Manuel Kukuljan, agradeció la iniciativa del Laboratorio MSD señalando que “Chile ha tenido, en el curso de su historia en el ámbito de la medicina, la posibilidad de formar especialistas que, en sus debidos momentos, han sido capaces de mantener un nivel comparable al de los mejores del mundo, a pesar de lo pequeño de nuestro país. Actualmente, eso se puede comprobar en algunos centros de salud en los que se puede acceder a la mejor medicina del mundo y en los cuales trabajan especialistas que se formaron al amparo de nuestra y otras pocas universidades, con el apoyo fundamental de los hospitales públicos y del Estado de Chile”.
El equipo de Laboratorios MSD junto a las doctoras Apablaza, González y
Rodríguez; la doctora Gloria López Stewart, encargada del programa de
formación en Diabetes; la doctora Cecilia Sepúlveda y el doctor Manuel
Kukuljan. |
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A ello, añadió que en el curso de las últimas décadas eso ha ido cambiando, “no porque haya disminuido ese respaldo estatal o el de sus hospitales, sino que ha habido un crecimiento de la demanda y de la necesidad de especialistas, proceso que no se ha aparejó a los recursos indispensables para ello. De este modo, se hizo inevitable implementar un sistema de autofinanciamiento para la formación de especialistas, según el cual se da el escenario aberrante en el cual un profesional debe pagar por perfeccionarse, al mismo tiempo de trabajar para el servicio donde lo está haciendo. Esa es una situación estructural inaceptable para el país y piedra de tope para que la medicina nacional pueda seguir a la par de la del mundo y, por lo tanto, es algo que tenemos que corregir. Eso se puede hacer desde muchas perspectivas; el Estado chileno en los últimos años ha incrementado sustancialmente los recursos con este fin, pero faltan iniciativas que complementen esta directriz, sobre todo en el área de las especialidades derivadas. Es ahí donde el apoyo de la empresa privada –y MSD así lo ha comprendido- puede y debe hacer una contribución importante; y nos parece que esta articulación de actores: universidades, Estado, empresas con intereses en el respectivo ámbito, es muy virtuosa al permitir la continuación de la formación de especialistas, que de otra manera se vería truncada”.
Por su parte Carlos Cicogna, gerente general de Laboratorios MSD, se mostró orgulloso de esta iniciativa de su institución, que por segundo año consecutivo “colabora con dar la oportunidad de formar profesionales que después beneficien a la población y contribuye al desarrollo de la medicina en Chile”. A ello agregó que “hay más de 1.200.000 personas con diabetes y no tenemos los suficientes especialistas para tratarlos, por lo que es un tema crítico en el que también estamos invirtiendo bastantes recursos para su investigación, pero queremos estar seguros de que la gente podrá tener acceso a estos avances”. Finalmente, añadió que la visión de su compañía apunta a ser la mejor en el cuidado de la salud del mundo, lo que los impele a participar de estas iniciativas, “que hacen una diferencia en la vida de la gente”.
Apoyo que se agradece
La doctora Cecilia Sepúlveda, decana de la Facultad de Medicina, felicitó a las futuras subespecialistas por “el duro camino que han elegido, pero en el área de la salud uno nunca deja de estudiar, la formación es continua y debemos preocuparnos de mantenernos actualizados, porque el avance de la ciencia es tan vertiginoso que de un año a otro conceptos que parecían muy sólidamente asentados pueden cambiar por completo. La propia diabetes, una especialidad derivada, es muestra de ello; hace una década quizás no vislumbrábamos que iba a ser importante el que se creara esta subespecialidad y hoy nos parece completamente obvio, pues se trata de un conjunto de enfermedades que tiene una alta carga en nuestro país. Por eso es que el apoyo del Laboratorio MSD a este proceso de formación es tan importante, para que nuestros estudiantes puedan dedicarse a él sin la preocupación del financiamiento y siguiendo adelante con sus responsabilidades familiares”.
La doctora Apablaza señaló que “este beneficio es un alivio, porque uno además tiene que hacerse cargo de pagar lo habitual: casa, cuentas, alimentación, transporte. Y yo fui autofinanciada durante el pregrado, todavía estoy pagando un crédito, así que esta beca permite enfocarse en lo que se está haciendo”. Paralelamente, la doctora González está muy agradecida, porque “soy ecuatoriana, por lo que es muy importante el apoyo económico. Como extranjera tuve que autofinanciar mi especialidad, que cursé en Concepción, y ver que hay una empresa que me ayuda, dando la tranquilidad de poder estudiar, me parece excelente”. Por último, la doctora Rodríguez destacó que esta oportunidad es un respiro cuando se ha dejado de trabajar para poder seguir estudiando”.
Cecilia Valenzuela León |
