Nº 241 - 30 de octubre de 2012

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Capacitan a especialistas en urología y andrología
Nueva esperanza para la calidad de vida sexual masculina

  • La disfunción eréctil, en diferentes grados, afecta al 50% de los varones mayores de 60 años. En la actualidad ellos, así como incluso pacientes con lesiones medulares u operados de una prostatectomía radical, pueden ver mejorada su calidad de vida gracias a implantes peneanos, ámbito de la cirugía urológica respecto del cual se realizó recientemente el primer workshop nacional, con la participación de académicos del Hospital Clínico Universidad de Chile y del Programa de Anatomía y Biología del Desarrollo del Instituto de Ciencias Biomédicas de nuestro plantel.

El curso fue dictado por el doctor Rodrigo Riffo, urólogo de la Facultad de Medicina, y los doctores Raúl Valdevenito, jefe del Servicio de Urología del HCUCH y Cristián Palma, andrólogo y urólogo de la misma unidad. El objetivo de esta iniciativa fue mostrar la técnica quirúrgica necesaria para instalar los implantes peneanos hidráulicos en pacientes que, por diversas patologías o condiciones, presentan disfunción eréctil que no responde a los tratamientos farmacológicos habituales. Esto, trabajando en material cadavérico y participando de una intervención real efectuada por los doctores Valdevenito y Palma, usando el implante AMS 700 CX.

Según el doctor Palma, especializado en esta técnica quirúrgica gracias a una beca de la Sociedad Europea de Andrología que realizó en la Fundacio Puigvert de Barcelona, España –país en el que estos implantes son de uso generalizado y con financiamiento apoyado por el Estado- junto al doctor Joaquim Sarquella.  “La experiencia de los urólogos chilenos en esta materia no es elevada, por lo que consideramos que es imperativo hacer este tipo de cursos, porque este tipo de implantes requieren de especialistas certificados en su instalación, y para eso se requiere que un centro formador como la Universidad de Chile pueda hacer esta capacitación”.

Los especialistas cuentan que el elevado valor de estos implantes –que fluctúa entre los 3 y los 5 millones de pesos- son los que dificultan el aumento de su uso entre los pacientes chilenos, “los cuales son financiados por las mutuales en el caso de las personas accidentadas laboralmente, pero su costo no es cubierto por ningún tipo de previsión de salud”, añade el doctor Valdevenito.

Por ello, finalizan, y debido al éxito de este primer workshop –que convocó a 15 participantes-, es que esperan replicar la iniciativa a partir del próximo año, ofreciendo a los inscritos la posibilidad de práctica en material cadavérico y, posteriormente, en pacientes. 

Cecilia Valenzuela


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