Profesor Marcelo Wolff. |
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Este trabajo de investigación, liderado por el profesor Wolff y en el que participaron profesionales de prácticamente todos los centros públicos de atención de VIH del país fue considerado por la Sociedad Médica de Santiago como el mejor trabajo de investigación clínica hecho en nuestro territorio y publicado en revistas científicas el año precedente, por lo que recibió el premio correspondiente en el reciente Congreso Chileno de Medicina Interna, realizado en Coquimbo.
Según explica el doctor Wolff, este modelo nacional de abordaje del VIH implica no sólo acceso garantizado a diagnóstico, tratamiento y terapias, sino que un sistema de monitoreo y control a lo largo de 32 centros en todo el país, incluyendo a todos los pacientes adscritos a ellos, por lo que cuentan con información esencial para tomar las medidas oportunas que reflejen las necesidades locales para el mejor manejo de esta enfermedad.
“Hemos logrado en nuestros pacientes resultados que son comparables a los de los países desarrollados, en cuanto a mortalidad, morbilidad, índices de hospitalización, de reinserción laboral y social, y eso es gracias a esta complementación de dos perspectivas de trabajo. Por una parte, facilitando el acceso a tratamientos médicos completos y modernos, y por otra a través de una red de información nacional que permite evaluar constantemente la evolución de este programa”, explica.
Y es que la implementación de la Cohorte Nacional de Sida posibilitó crear un equipo de profesionales que se integraron a una red multidisciplinaria para reunir sus experiencias e información. Los datos generados son analizados y permiten dirigir políticas de trabajo e infraestructura, de manera que, por ejemplo, pueden contar con los recursos humanos necesarios para el adecuado tratamiento de los pacientes. Y, además, se pueden tomar medidas locales de adecuación de las terapias, en base a los resultados observados.
¿Este modelo es replicable?
Este abordaje tiene varias particularidades que lo hacen bien interesante. En el manejo del VIH tradicionalmente ha habido dos voces: la de los países desarrollados –que no tienen problemas de financiamiento- y la de los países subdesarrollados, donde está la mayor parte del problema. Entre ambas están las naciones de recursos medios, que tienen el problema, el conocimiento para saber qué hacer, la infraestructura, pero no cuentan con fondos ilimitados: ese es nuestro caso. Al hacer un análisis de la realidad chilena, podemos ver que es parecida a la de algunos países asiáticos, de Europa del Este, o de Latinoamérica.
¿Cuál es el desafío que se plantea a futuro, en base al “mapa” que plantea esta cohorte?
Mejorar el diagnóstico en cuanto a la oportunidad. Hemos visto que obtenemos estupendos resultados con las terapias aún en pacientes con la enfermedad avanzada, y sabemos que por cada persona que está infectada y en control, hay dos que no tienen idea que tienen VIH.
Cecilia Valenzuela |