El mundo de las relaciones internacionales y el de la salud confluyeron en el seminario “Salud global y cooperación al desarrollo: temas ineludibles en la agenda multilateral y bilateral”, organizado conjuntamente por la Academia Diplomática Andrés Bello y la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Por primera vez en nuestro país, expertos en relaciones exteriores y en políticas de salud pública se reunieron para provocar un diálogo acerca del rol que le cabe a la diplomacia en la solución de los desafíos de la agenda de cooperación al desarrollo, especialmente referida a los temas de salud global y derechos humanos.
Dr. Giorgio Solimano, director del Programa de Salud Global de la Escuela de Salud Pública; embajador Pablo Cabrera, director de la Academia Diplomática Andrés Bello y Dr. Ferenando Muñoz, jefe de la división de Políticas y Gestión de Salud de la Escuela de Salud Pública. |
|
Uno de los puntos centrales del evento fue el análisis de cómo la salud se ha convertido en un nuevo actor del proceso de desarrollo internacional y en factor decisivo para fomentar la prosperidad y vivir en armonía. En ese contexto, la relación entre diplomacia y salud global ha cobrado una creciente importancia, dada la repercusión que los fenómenos mundiales tienen sobre la salud. Las migraciones, los tratados internacionales, el comercio de distintos productos, la modernización del transporte y de las comunicaciones y el cambio climático, por ejemplo, afectan las condiciones de salud de los individuos, de las comunidades y del entorno en todo el mundo, con efectos positivos y negativos.
Este aspecto fue abordado en el seminario por el doctor Giorgio Solimano, director del Programa de Salud Global de la Escuela de Salud Pública, quien destacó la necesidad de generar nuevas respuestas ante los impactos producidos por las cambiantes realidades económicas, políticas y sociales que se viven en el planeta. El académico dijo que se requiere de estrategias que limiten la polarización epidemiológica y, al mismo tiempo, logren un equilibrio entre los mecanismos de apoyo global y los enfoques locales. “Estas respuestas estratégicas deben apuntar a terminar con las barreras sectoriales en ámbitos tales como salud y seguridad en política exterior y nacional, y entre relaciones internacionales y desarrollo económico”, precisó.
La salud global involucra a diversas disciplinas que analizan el impacto de los fenómenos de cobertura mundial sobre la salud de las personas y de las poblaciones. |
|
Agregó que se deben establecer sistemas de gobierno en salud inclusivos, que consideren los cambios que experimentan los estados, las organizaciones internacionales, el sector privado y los actores no gubernamentales en el campo de la salud, y que no dejen de concebir a la salud como un derecho humano fundamental y determinante en el acceso y ejercicio de los demás derechos. Al respecto, criticó lo que denominó “una transformación de los derechos de las personas en mercancías transables en el mercado, como producto de la globalización económica”.
Los otros expositores fueron el doctor Fernando Muñoz, jefe de la división de Políticas y Gestión de Salud de la Escuela de Salud Pública, y el embajador Miguel Ángel González, director de la oficina de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores.
|
