Portada
 
Nº 145 - 27 de julio de 2010

Defensores y detractores de las concesiones
hospitalarias enfrentan opiniones

Leer más..

Ministro de Salud da su decálogo de atención al paciente
Leer más..

Con películas enseñan psicopatologías del adulto
Leer más..

PULSACIÓN SEMANAL

 

El Pulso
 © Todos los derechos reservados
Quiénes somos

Señala Pablo Oteíza, uno de los tres chilenos que la obtuvo este año:
“La beca Pew nos ofrece una oportunidad de oro”

  • El médico veterinario de la Universidad de Chile y doctorado en Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Casa de Bello actualmente se encuentra en Estados Unidos especializándose en neurociencias. El programa de Financiamiento Pew le permitirá costear sus estudios durante dos años.

“Empecé como veterinario en La Pintana, después fui embriólogo molecular en Dresden y ahora estoy trabajando para ser neurobiólogo en la Universidad de Harvard”, señala el doctor Pablo Oteíza, uno de los tres chilenos que obtuvo este año la beca Pew.


Pablo Oteíza

Anualmente Estados Unidos ofrece un programa de financiamiento muy competitivo destinado a posdoctorados latinoamericanos que pertenecen al área de las Ciencias Biomédicas y que están interesados en incrementar sus conocimientos en instituciones de ese país. El 2010 de las 10 becas Pew Latin American Fellows Program tres fueron otorgadas a investigadores nacionales: los doctores Paola Haeger, Pablo Oteíza y Gonzalo Olivares.

Pablo Oteíza egresó de médico veterinario de la Universidad de Chile y más tarde llevó a cabo el Doctorado en Ciencias Biomédicas que imparte la Facultad de Medicina del mismo plantel. Mientras realizaba este programa tuvo la oportunidad de efectuar su tesis doctoral en colaboración con el instituto Max Planck de Alemania para, posteriormente, iniciar su posdoctorado en Neurociencias en la Universidad de Harvard.

“La beca Pew nos ofrece una oportunidad de oro para realizar un posdoctorado en el extranjero y hacernos más competitivos a nivel internacional”, resalta el doctor Oteíza.

El veterinario señala que al cabo de dos años, cuando culmine la beca y el posdoctorado, tendrá que definir el rumbo que seguirá en el futuro. Aunque continúa motivado por volver a Chile reconoce que las condiciones laborales y económicas, así como la calidad de vida que experimentan muchos de los científicos en el país no son, necesariamente, las que él desearía.

Eso así, recuerda con emoción y gratitud su paso por la Facultad de Medicina y en particular por el laboratorio del doctor Miguel Concha, académico del Instituto de Ciencias Biomédicas, quien fue su mentor durante el programa de doctorado. “El doctor Concha no es sólo un tremendo científico es, además, una excelente persona que siempre estuvo dispuesta a apoyarme. Me mandó a Alemania en el momento justo y me aceptó de vuelta cuando se lo pedí, es un gran jefe”, reconoce.

El doctor Oteíza espera que en los próximos años, además de hacer investigación, pueda realizar docencia, una actividad que, según señala, siempre le ha gustado y encuentra muy atractiva por todas sus proyecciones.

En cuanto a la ciencia en Chile, Oteíza señala que invertir en educación pública es una prioridad, lo mismo que asignar recursos a la investigación e innovación. Lo que se está haciendo ahora, dice, “llega a dar risa, así va a ser imposible llegar a ser un país desarrollado”.

Fortaleciendo la comunidad científica

Los objetivos de la beca Pew son profundizar el conocimiento científico, promover el intercambio y la colaboración, así como fortalecer la comunidad de investigadores latinoamericanos.

Para ello los premiados reciben 60 mil dólares que les permiten hacer su capacitación posdoctoral con profesionales de primer nivel durante dos años. Además, el programa les otorga 35 mil dólares adicionales para que cada becado adquiera equipos y suministros que les permitan establecer su propio laboratorio una vez que retornen a su país de origen.

Esta beca se viene desarrollando desde 1991 y hasta la fecha ha invertido más de 15 millones de dólares en el financiamiento de alrededor de 200 jóvenes científicos. El 2010 hubo tres becados de Argentina, dos de Brasil, dos de México y tres chilenos.

Cecilia Coddou