La nueva modalidad de evaluación de la asignatura “Salud Comunitaria” –que imparte con currículum innovado para segundo año esta unidad de pregrado-, implica que los estudiantes, reunidos en grupo, utilicen la técnica de “role playing” para presentar las problemáticas de salud de una determinada comunidad y así exponer los conocimientos adquiridos al respecto durante todo el semestre frente a la comisión examinadora.
La comisión examinadora de la Escuela de Obstetricia observa críticamente la presentación, para luego plantear sus preguntas. |
“Desde principios de año, se le asignan diferentes regiones y centros asistenciales de todo el país a los grupos de estudiantes, para las asignaturas de Salud Comunitaria e Investigación. El objetivo es que indaguen todo acerca de las características de la población, situación socioeconómica, rasgos etáreos, patologías prevalentes, factores de riesgo, etc. Luego, todo ese aprendizaje lo vuelcan en una presentación simulada, en la que cada alumno asume un personaje, como en este caso la directora del CESFAM, el médico y la matrona a cargo, los encargados de los diferentes programas de salud del centro e incluso otros actores de la comunidad que tienen relevancia para la correcta toma de decisiones, como son las autoridades comunales, los Carabineros o los presidentes de juntas de vecinos”, explica la directora de la Escuela de Obstetricia, Hilda Bonilla.
Este grupo en particular –cuyos integrantes estaban completamente empoderados de sus papeles y caracterizados como ellos-, simuló una reunión de trabajo en la que abordaron el avance de la infección por VIH Sida entre mujeres y adolescentes, analizando factores de riesgo como el uso de alcohol y drogas y el sexo desprotegido; escucharon testimonios de vecinos y la opinión del gremio de trabajadoras sexuales, y recibieron la colaboración de las fuerzas policiales, el director de colegio y los representantes de un municipio cercano. Finalmente, establecieron estrategias de trabajo conjuntas para enfrentar esta situación y se asignaron responsabilidades en esta misión. Otros grupos abordaron patologías como el cáncer de mamas y otras.
Nuevos instrumentos de evaluación
Esta es la reunión simulada del CESFAM de Valparaíso, en la cual los estudiantes interpretan a diferentes actores sociales relevantes en el tema sanitario propuesto, en este caso la expansión del VIH entre los jóvenes. |
La comisión de examen, integrada por las profesoras Gioconda Silva, encargada de curso: Alicia Carrasco, coordinadora; Lorena Binfa, subdirectora de la escuela, Hilda Bonilla, directora, y la docente Marisa Villagrán, utiliza una nueva herramienta evaluadora –probada anteriormente en otra asignatura- para calificar la puesta en escena, los conocimientos demostrados y sus respuestas, en ítemes como “Presentación general del role playing”, “Exposición y fundamentación del problema en estudio”, “Discusión y desarrollo del problema de salud”, “Planteamiento de estrategias para solucionar” y “Argumentación frente a preguntas”, ponderándolos en las categorías de Insuficiente, suficiente, bueno y muy bueno.
Pero, además, los mismos estudiantes deben responder otro nuevo instrumento tanto de autoevaluación de la labor y el aprendizaje logrado como de evaluación respecto del desempeño de otro compañero de equipo, elegido al azar por los docentes. “El objetivo de toda esta dinámica es fomentar la investigación y generación de conocimiento; el trabajo en equipo; la integración de lo aprendido en diferentes asignaturas; el planteamiento de estrategias preventivas en salud y, por último, el espíritu crítico y autocrítico en nuestros futuros profesionales”, añade la profesora Bonilla.
Antonia Jiménez, la alumna de segundo año que en este equipo encarnó a la presidenta del sindicato de trabajadoras sexuales de Valparaíso, dijo al finalizar que le pareció excelente este nuevo tipo de examen, “como una manera diferente de integrar contenidos, más didáctica y acerca más al campo profesional que si se estudia por libro”. Así, dijo que cada uno en su grupo recibió un rol al azar, investigó al respecto y contribuyeron con esa información a lo que sería la presentación final, coordinando y adecuando lo que dirían en ella. “No creamos un guión propiamente tal, sino que nos ordenamos para distribuir los problemas que plantearíamos y las propuestas que daríamos, y salió muy bien”.
Cecilia Valenzuela |
