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Nº 144 - 15 de julio de 2010

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De un total de 10 cupos a los que postularon científicos de toda Latinoamérica
Tres chilenos obtienen la prestigiosa beca PEW

  • Entre los acreedores de los fondos otorgados este año se encuentran dos investigadores que cursaron sus estudios de doctorado y posdoctorado en la Facultad de Medicina de la U. de Chile.

Dra. Paola Haeger

Estados Unidos ofrece anualmente un programa de becas muy competitivo destinado a posdoctorados latinoamericanos que pertenecen al área de las Ciencias Biomédicas y que desean incrementar sus conocimientos científicos en instituciones de ese país. Esta iniciativa, denominada Pew Latin American Fellows Program, ha beneficiado a varios chilenos, de hecho este año tres de las 10 becas destinadas a la región fueron otorgadas a investigadores nacionales: los doctores Paola Haeger, Pablo Oteíza y Gonzalo Olivares.

Los dos primeros estuvieron realizando actividades de postgrado en la Universidad de Chile antes de partir a Estados Unidos. Pablo Oteíza, médico veterinario, complementó su formación doctoral trabajando en el laboratorio del doctor Miguel Concha, académico del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Facultad de Medicina de la Casa de Bello.

En tanto, Paola Haeger, bioquímica de la U. Austral y doctora en Ciencias Biológicas con mención en Biología Celular y Molecular de la Pontificia Universidad Católica, realizó sus estudios de posdoctorado junto a la doctora Cecilia Hidalgo, Premio Nacional de Ciencias y también académica del ICBM.

La doctora Haeger, quien actualmente se encuentra trabajando en el Albert Einstein College of Medicine de la Universidad de Yeshiva, específicamente en el Laboratorio del Dr. Pablo Castillo, destaca la importancia de esta beca pues no sólo financia con 60 mil dólares el entrenamiento de los posdoctorados, sino que también contempla 35 mil dólares para que el becario pueda implementar un laboratorio para continuar con sus indagaciones, una vez de vuelta en su país.

De visita en Chile, explica que el 2012 espera retornar al país a aplicar sus conocimientos sobre electrofisiología y transmisión sináptica, particularmente de la comunicación que se desarrolla entre las neuronas del hipocampo. “Estoy abocada a estudiar los mecanismos celulares y moleculares que subyacen a la transmisión sináptica, un área muy importante de la neurociencia que en Chile es necesario potenciar, ya que es de gran ayuda para entender procesos normales y patológicos asociados con el funcionamiento neuronal”, dice.

Chile a nivel internacional

La investigadora, quien también obtuvo la Beca Chile destinada a quienes se forman en el extranjero, plantea que la experiencia ha sido muy provechosa. “Cuando uno está fuera gana muchas cosas que favorecen el crecimiento personal, entre ellas la seguridad de saber que los científicos chilenos somos competitivos a nivel internacional”, destaca.

Es más, dice, “somos muy valorados” por los investigadores extranjeros que saben de sobra que la ciencia que se hace en Chile es de calidad y vanguardia: “Contamos con buenas ideas, usamos las mismas estrategias experimentales que en los países del primer mundo, somos trabajadores e ingeniosos con los recursos que tenemos”, señala.

Reconoce, eso sí, que la rapidez con que consigue los reactivos en el lugar donde trabaja, la alta disponibilidad de animales transgénicos para hacer los experimentos o el hecho de estar en contacto con científicos de primer nivel que son invitados por los planteles no sólo a hacer presentaciones a los alumnos, sino también a interactuar con los posdoctorados, son privilegios a los que, en general, en Chile y Latinoamérica se accede menos.

“Otra diferencia es que en estos centros los investigadores hacen menos clases y éstas se concentran en el postgrado. Ello permite que la ciencia sea más poderosa, por el contrario, en Chile la carga docente suele ser exagerada”, apunta. Aún sí, la doctora Haeger está entusiasmada con volver a la academia una vez que retorne al país. “Mi meta es proyectar los conocimientos que estoy adquiriendo, me motiva pensar que las herramientas que he incorporado serán de utilidad para otros”, dice.

En cuanto al futuro de la ciencia en Chile, la investigadora señala que si pudiera solicitar algo a las nuevas autoridades gubernamentales sería que la promovieran desde la etapa más temprana, entusiasmando a los niños con preguntas y respuestas que les permitan proyectarse a través de la investigación. “Cuando hacemos ciencia no estamos gastando la plata de los chilenos, sino invirtiendo y trabajando para aportar, educar y darle una mejor calidad de vida a la sociedad”, acota la doctora Haeger.

Cecilia Coddou