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Profesora Zulema de Barbieri |
Sin dejar casi nada fuera de su abultada agenda de trabajo, la profesora De Barbieri reparte su tiempo entre la docencia en la Escuela de Fonoaudiología, la investigación en la disciplina, las asesorías –como labor de extensión- a diferentes organizaciones nacionales y un doctorado en ciernes. Ahora, suma a sus objetivos colaborar al crecimiento de las escuelas de pregrado de la Facultad de Medicina, fortaleciendo dos de sus principales áreas: la captación de los mejores egresados de enseñanza media y la reacreditación de estas unidades.
Que vengan los mejores
Respecto del proceso de admisión, destaca que ha habido grandes avances en las últimas generaciones que ingresaron a la Facultad de Medicina; por ejemplo, con una fuerte alza entre los puntajes máximos nacionales que eligen el plantel para su formación universitaria y entre quienes a nuestra institución como primera prioridad de intención de matrícula. “Creo que hay que mantener y consolidar ese trabajo que se ha hecho con los colegios, uno a uno, llevando información, preparando conferencias acá; ha dado excelentes resultados y se debe continuar”.
A ello, la profesora De Barbieri añade que tanto la Universidad de Chile, como la propia Facultad de Medicina y cada una de sus escuelas deben hacer una mejor labor de difusión de la excelencia de sus carreras, tanto para colegios particulares como también para los municipalizados o subvencionados, con una mejor participación en eventos como semanas del postulante y ferias universitarias, “de manera de fortalecer el conocimiento que tienen los escolares respecto de todas las profesiones de la salud y no se fijen solamente en Medicina”
Acreditación como mejora permanente
“La acreditación debe entenderse como un proceso continuo, porque es una constante autoevaluación de la calidad de lo que estamos ofreciendo. Es una mirada más profunda, es querer hacer las cosas mejor; si resultado de eso nos acreditamos, estupendo, pero nuestra responsabilidad es ir haciendo las cosas cada vez mejor. La acreditación, como proceso, nos sirve para ver dónde están las debilidades y fortalezas, para mejorar aquellas y mantener éstas. Ese es un desafío: introducir esta cultura de calidad, porque creo honestamente que todavía no está puesta en nuestra facultad como un continuo”, sentencia la profesora de Barbieri.
Cecilia Valenzuela