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Nº 131 - 12 de abril de 2010

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PULSACIÓN SEMANAL
 
 

Que en el resto de los conductores
Tasa de accidentes por manejo de
autos es menor en discapacitados

  • En un artículo publicado en la Revista Médica de Chile la doctora Daniela García destaca que los fisiatras deben aplicar evaluaciones perceptuales, motoras, cognitivas y prácticas para determinar si el sujeto está en condiciones de manejar un automóvil.

La doctora Daniela García, quien es médico residente del Programa de Formación de Especialistas en Medicina Física y Rehabilitación que imparte la Universidad de Chile en el hospital de la corporación, explica que los pacientes discapacitados que no logran conducir un automóvil presentan una mayor incidencia de episodios depresivos comparados con aquellos que sí lo hacen. De acuerdo a estudios internacionales, esto se acentúa aún más entre aquellos individuos que manejaban antes de sufrir la discapacidad.


Doctora Daniela García

“La destreza para conducir un automóvil es una eficaz herramienta en la sociedad contemporánea, no sólo para conseguir y mantener la independencia de la persona, sino que también es símbolo de adultez, ayuda a mantener la autoestima y es un paso importante en la exploración vocacional”, plantea la doctora García, quien sufrió un accidente que le mutiló sus extremidades y sobre el cual ahondó en el libro Elegí Vivir.

Además, dice que la tasa de accidentabilidad entre discapacitados que conducen autos es menor que la registrada en el resto de las personas, por lo tanto, el temor a que ellos puedan generar un peligro mayor es infundado. “Lo primordial es realizar una buena evaluación para detectar las dificultades que puede presentar cada paciente”, dice la doctora García.

Es que conducir es una actividad muy compleja que requiere de la indemnidad e integración de múltiples habilidades, entre las que se incluyen las de movilidad, visión, audición, cognición, pensamiento abstracto, integración de señales y velocidad de reacción.

Para ello es prioritario realizar un análisis de cada sujeto, de hecho hay varias evaluaciones diseñadas para determinar las facultades de conducción de quienes tienen discapacidades. La doctora García explica que primeramente hay que hacer un examen visual completo y medir las capacidades perceptuales, motoras y cognitivas.

Asimismo, se hace necesaria una evaluación práctica. En este punto explica que los simuladores de manejo son muy útiles porque miden el desempeño tras el volante y la integración de todas las habilidades requeridas para la conducción de un vehículo sin el riesgo físico ni estrés que conlleva una prueba práctica.

Sin embargo, destaca la doctora García: “Lograr que el paciente pueda dar una vuelta en el automóvil sigue siendo uno de los pilares más sólidos en la resolución final”. Por lo tanto, el examinador tendrá que chequear que la persona sea capaz de abrir la chapa del auto y la puerta, ajustar el cinturón de seguridad, encender el auto, acomodar los espejos, sacar el freno de mano y usar el embrague, entre otras acciones.

Finalmente, la doctora García, quien se explaya sobre este tema en un artículo que fue publicado en la Revista Médica de Chile de febrero último, señala que en el mundo moderno el médico tratante debe estar llano a abordar el uso del automóvil en discapacitados, ya que es una pieza clave en la funcionalidad, integración social y laboral de las personas. En ese caso, apunta, tiene que derivarlo al fisiatra para que el especialista realice una adecuada evaluación del individuo y lo oriente en los pasos a seguir.

Cecilia Coddou