Ellos son Jaime Crisosto, Mario Bustos, Camilo Mayorga y Pablo Roa, quienes se manifestaron muy contentos de poder cumplir con esta importante etapa de su formación práctica en campus de nuestra institución o en convenio con ella, como son los hospitales Clínico de la Universidad de Chile y Barros Luco Trudeau, además de la Escuela Diferencial Aldalué. Provienen de la ciudad de Concepción o zonas aledañas, como Talcahuano o Dichato, y sus viviendas fueron parcial o totalmente dañadas por el terremoto, o sus localidades presentan serios problemas en el transporte público –entre otras dificultades-, por lo que cuando la Escuela de Fonoaudiología de nuestra facultad abrió vacantes para la práctica de internos, no dudaron en postular.
Mario Bustos, Pablo Roa, Jaime Crisosto y Camilo Mayorga junto a la directora de la Escuela de Fonoaudiología, profesora Zulema de Barbieri. |
Pablo, por ejemplo, vive con su familia en Dichato, y si antes del sismo se demoraba 45 minutos en llegar a clases, ahora tiene que viajar “a dedo” y tarda tres horas; la casa de los padres de Mario se perdió, la de Jaime tiene que recibir reparaciones y los padres de Camilo se trasladarán a Puerto Montt, por lo que tendrán que desalojar su vivienda. “A todos nos salía más conveniente venir a quedarnos con parientes en Santiago, tanto para dar un alivio a nuestras familias mientras solucionan el problema del alojamiento, como para estudiar más tranquilos, porque allá resulta bastante difícil”, explica Jaime.
Dicen que esperan aprovechar la oportunidad de conocer y trabajar en campos clínicos diferentes a los que su escuela dispone para sus internos, separación que, en todo caso, no les resulta difícil: “en quinto año las rotaciones casi siempre son fuera de Concepción, ya sea en distintas localidades de la octava región o, incluso, en Viña del Mar, así que de todas maneras íbamos a estar relativamente lejos de nuestras familias”.
En su recepción, la profesora De Barbieri se puso a disposición de lo que estos jóvenes pudieran necesitar durante su estancia en Santiago y los alentó a disfrutar esta instancia formativa.
Cecilia Valenzuela
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