Cambiando el mundo día a día. Eso es lo que está haciendo la profesora Sandra Mella y sus estudiantes en el curso de Formación General “Vinculación con el mundo de la discapacidad, desde la perspectiva de la valoración de la diversidad”. A través del contacto directo con jóvenes de la Corporación de Ayuda al Niño Limitado, Coanil, los alumnos de la Facultad de Medicina –y de otras facultades de la Universidad de Chile- aprenden a entender y reconocer al otro como una persona con gustos e intereses parecidos, más allá de sus diferencias.
El profesor César Leyton, historiador del Museo Nacional de Medicina, recibió a los estudiantes del curso "Vinculación con la discapacidad" y a los jóvenes de Coanil, a quienes mostró la exposición permanente. |
En relación a la metodología utilizada señala: “el programa de la asignatura considera una serie de clases teóricas y luego cinco actividades prácticas que son un encuentro interinstitucional, un espacio formativo que fomenta el respeto a la diversidad, de ambos grupos” dice la profesora Mella, académica de la Escuela de Terapia Ocupacional. Actualmente está participando alumnos de las escuelas de obstetricia, kinesiología, psicología, Bachillerato y terapia ocupacional.
En estos encuentros prácticos, los jóvenes de ambas entidades organizan actividades en las que interactúan como cualquier joven; son el mismo número de participantes en ambas instituciones, así se forman parejas de amigos. Una de las actividades realizadas es denominada “Te presento mi casa”, oportunidad en la cual los universitarios invitaron, el 27 de octubre de 2009, a los adolescentes de Coanil a conocer las dependencias de nuestro plantel, como el Museo Nacional de Medicina, siempre junto a sus nuevos compañeros. “La idea es que interactúen en igualdad de condiciones, que ambos grupos conozcan realidades diferentes”.
Cambiar el foco de pensamiento
El objetivo final, añade la profesora, es que nuestros estudiantes tengan un pensamiento reflexivo y crítico en torno a la discapacidad y valoren la diversidad, “que cambien el foco de un pensamiento de un profesional sobreprotector y paternalista, a un paradigma de respeto, de valoración del otro entendiendo que están frente a una persona que tiene la misma edad y gustos similares, y que sólo es distinto; esta experiencia ha sido muy positiva ya que nos permite promover en todos los estudiantes de nuestra casa de estudios este sello de conciencia social activa”. Al finalizar el semestre harán una presentación en la que demostrarán lo aprendido teórica y vivencialmente.
Por su parte, la terapeuta ocupacional Alejandra Lillo, a cargo del grupo de jóvenes participantes de Coanil, calificó como muy positiva la experiencia, porque “los chiquillos han participado activamente todos los días que nos han tocado estar con sus compañeros de la universidad, están animados, pendientes, y en realidad en términos de discapacidad casi no se ven las diferencias”. A lo anterior, agregó que “a mi grupo le sirve ver lo que pasa con jóvenes de su edad en otro ámbito, e interactuar con ellos...
Todos son adolescentes y adultos, así que han intercambiado sus datos, se llaman por teléfono o chat, escuchan la misma música, establecen vínculos. Y a nosotros también nos sirve, porque siempre estamos muy pendientes de la inserción laboral, dejando un poco de lado lo que es el tiempo libre, el armar lazos, la socialización”.
Camila, una de las estudiantes de Terapia Ocupacional participante, cuenta que “el hecho de vivir la experiencia cambia mucho la visión; las primeras impresiones cambian cuando uno lo vive. Me he hecho amiga de los chicos, hablo con todos, y al principio es difícil, pero como siempre pasa, con todo el mundo”.
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