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Nº 106 - 2 de septiembre de 2009

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PULSACIÓN SEMANAL
 
 

SegÚn confirman especialistas de la U. de Chile
PresiÓn arterial elevada disminuye la sensibilidad al dolor

  • Las consecuencias clínicas de esta condición es que una vez que los hipertensos comienzan a tomar los medicamentos que le bajan la presión, cambian abruptamente su estado de homeostasis, bajando su umbral de dolor y sintiendo malestar. Ello incidiría en una baja adherencia al tratamiento.

Académicos de la Facultad de Medicina de la U. de Chile realizaron un estudio para establecer la relación que existe entre hipertensión arterial e hipoalgesia (baja sensibilidad al dolor). Tras analizar 1.194 hipertensos de entre 30 y 65 años que asisten a diversos consultorios de Atención Primaria de la Región Metropolitana, donde reciben tratamiento farmacológico, pudieron determinar que en ellos el umbral de dolor está elevado.


Profesor Elard Koch, epidemiólogo
de la Facultad de Medicina
de la U. de Chile.

“Desde hace varias décadas se ha investigado la relación que existiría entre el sistema cardiovascular y el que está encargado de regular el dolor. Se sospecha que la presión arterial elevada hiperestimula los baroreceptores aórticos y carotídeos haciendo que se inhiban los centros de dolor ubicados en la médula. Este sistema, además, estaría en equilibrio con el opioide endógeno y noradrenérgico, que intervienen en la sensación de bienestar general”, explica el epidemiólogo del Departamento de Atención Primaria y Salud Familiar de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, Elard Koch.

Los investigadores chilenos, encabezados por el profesor Koch, decidieron evaluar qué tan robusto era este fenómeno en población hipertensa nacional. Para ello efectuaron un estudio en 133 establecimientos de Atención Primaria capitalinos a los que asistían 392.000 hipertensos, de los cuales se seleccionó aleatoriamente una muestra que no padecía ninguna condición de invalidez, enfermedades terminales ni que había sufrido alguna fractura o trauma severo durante los últimos 12 meses.

“En los 1.194 pacientes bajo tratamiento farmacológico utilizamos como marcador los episodios de dolor músculo esquelético severos que se extendían durante un mes o más y los niveles de presión arterial. Los resultados revelaron que a mayor hipertensión había menor riesgo de padecer estos episodios dolorosos”, apunta Elard Koch.

Además, el estudio explicitó que las mujeres tienen una mayor predisposición a sufrir episodios de dolor muscular que los varones (35,3% versus 26,2%), mientras que se constató que cuando la persona practicaba ejercicio poseía menor riesgo, al igual que ocurría con pacientes diabéticos, cuyas terminaciones nerviosas suelen estar dañadas.

“Los pacientes que tenían presión de 160 o más presentaban un 36% menos de riesgo de afrontar un episodio de dolor músculo esquelético. Las implicancias clínicas de este estudio son significativas porque el sujeto hipertenso estaría en una situación de homeostasis o bienestar anormal y ello podría llevarlo a consultar muy tarde”, plantea.

Baja adherencia al tratamiento

Las implicancias clínicas de estos hallazgos también se vinculan con la adherencia a los tratamientos farmacológicos antihipertensivos . “Cuando a un paciente se le baja la presión arterial utilizando medicamentos muy efectivos, suele reducirse su umbral de dolor, hecho que muchas veces lo lleva a asumir que el fármaco tiene efectos colaterales indeseados porque, objetivamente, se siente peor. En algunos casos esto evita que siga tomando el remedio con el afán de recuperar el bienestar anterior o que solicite un cambio de fármaco que posiblemente no baje la presión a los niveles deseados”, sostiene el facultativo.

Elard Koch agrega que sería muy positivo hacer un estudio para determinar si un tratamiento antihipertensivo gradual, que reduce paulatinamente la hipoalgesia, logra mejorar la adherencia terapéutica.

Finalmente, el epidemiólogo recuerda que el 30% de la población adulta en Chile sufre hipertensión y que más del 40% desconoce su condición. “Esta es una patología silenciosa, así que el enfermo suele percatarse de ella sólo cuando sufre una crisis. De ahí que sea tan importante que se haga una pesquisa general a través del Examen Médico Preventivo del Adulto”, recomienda.

El estudio de los investigadores chilenos fue seleccionado para ser presentado durante los primeros días de septiembre en el Congreso Europeo de Cardiología, uno de los más importantes del área que reúne a alrededor de 30 mil profesionales. “Es el primer estudio de estas características que se lleva a cabo en Chile”, acota el profesor Koch.

Cecilia Coddou