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Nº 97 - 22 de junio de 2009
Buscan respuesta genética a la fluoxetina
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PULSACIÓN SEMANAL
 
 

Estudio es realizado por cuatro investigadoras de la U. de Chile
Buscan las causas genÉticas que explicarÍan
falta de respuesta ante la fluoxetina

  • La Facultad de Medicina, el Hospital Clínico de la U. de Chile y la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Casa de Bello se han unido en un proyecto Fondecyt para analizar por qué algunos pacientes deprimidos, que son tratados con fluoxetina, no responden al fármaco. Para ellos se analizarán factores endocrinológicos y genéticos de 300 enfermos.

Dra. Luisa Herrera.

La depresión, que afecta a entre el 5% y 10% de la población nacional, es una de las principales causas de discapacidad. Los enfermos, principalmente mujeres, presentan disminución del ánimo e imposibilidad de disfrutar la vida, además de otros síntomas secundarios como son la alteración del sueño, apetito, conducta y la disminución de la productividad.

Dentro de las posibilidades terapéuticas se incluyen los fármacos, sin embargo no todos los pacientes responden a ellos. “En algunas personas, a pesar del tratamiento, se mantiene una cantidad importante de los síntomas, mientras que en otros los medicamentos simplemente no dan resultado”, señala la doctora Graciela Rojas, directora de la Clínica Psiquiátrica del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.

Esto se debe a las diferencias individuales entre los sujetos que estarían determinadas, entre otros factores, por los genes. Debido a lo anterior, cuatro profesionales del área biomédica de la Universidad de Chile postularon a un proyecto Fondecyt Regular que se adjudicaron este año y que les permitirá estudiar la asociación que existe entre los genes vinculados al estrés y la respuesta a la fluoxetina, fármaco que se emplea para combatir la depresión.

En el estudio participan la doctora Luisa Herrera, investigador responsable del proyecto y académica del Programa de Genética Humana del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina, la psiquiatra del Hospital Clínico, Graciela Rojas, la endocrinóloga del mismo recinto asistencial, Verónica Araya; y la doctora Jenny Fiedler, de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas.

“En ciertos pacientes se produce una desregulación de la respuesta al estrés, en la que estarían involucrados algunos genes específicos”, comenta la doctora Luisa Herrera.

En otras palabras, cuando un sujeto es sometido a estrés se activa una respuesta nerviosa y otra hormonal en que están implicados el hipotálamo, la hipófisis y la glándula suprarrenal, con la correspondiente liberación de hormonas. Al cabo de un tiempo una persona normal debiera volver a su condición inicial, sin embargo en individuos con depresión esta regulación negativa falla y, en consecuencia, la vía se mantiene activa en el tiempo, lo que reduciría la acción apropiada a los fármacos antidepresivos.

“Vamos a analizar esta desregulación y los marcadores tempranos para así predecir los pacientes que responderán al tratamiento con fluoxetina y los que no lo harán”, comenta la doctora Herrera.


Doctoras Jenny Fiedler, Luisa Herrera y Graciela Rojas.

No hay que olvidar que mientras más largos son los episodios depresivos y menor es la respuesta obtenida, habrá mayor posibilidad de recurrencia de la enfermedad. “Cuando los clínicos prescribimos un fármaco para la depresión usamos la intuición y la experiencia profesional, pero los nuevos marcadores nos ayudarán a conocer con antelación y exactitud el resultado, es decir, no habrá que esperar seis semanas para saber si el enfermo reaccionará o no al medicamento”, apunta la doctora Rojas.

Estudio se hará en consultorios

Para el estudio se reclutarán 300 pacientes que asisten a dos centros de Atención Primaria de la Región Metropolitana a quienes, previo consentimiento informado, se les hará un examen de sangre antes y después del tratamiento con fluoxetina, con el propósito de medir hormonas del sistema endocrino, así como algunos componentes genéticos. Asimismo, se analizará la metabolización del fármaco que podría incidir en la respuesta, ya que algunos individuos lo eliminan muy rápido y en otros el proceso es excesivamente lento.

Las investigadoras, que han estado trabajando juntas desde hace cinco años, señalan que estos estudios tienen efectos concretos en la población. “Es una contribución real a la comunidad que nos ayudará a paliar el sufrimiento de la gente, sobre todo cuando se trata de un problema de salud pública tan complejo como éste”, apunta la doctora Fiedler.

Agrega que es importante llevar a cabo estos análisis a nivel local porque los marcadores hallados en el extranjero no necesariamente corresponderán al perfil genético de la población chilena. De hecho, la doctora Fiedler ya realizó estudios en pacientes para detectar genes asociados al estrés, algunos de los cuales serán analizados en el actual proyecto Fondecyt.

Cecilia Coddou