Así lo informó el profesor Ricardo Cerda, académico de la escuela a cargo de este proceso, quien señaló que “fue un período muy enriquecedor en su organización, definición de indicadores y el análisis de una gran cantidad de información, con lo que pudimos reconocer y decidir respecto de cuáles han sido las dimensiones en que nos hemos fortalecido y aquellas en que nos falta mejorar. Prontamente, comenzaremos la etapa de difusión de estos resultados entre el cuerpo académico, funcionarios, estudiantes y la comunidad de egresados y empleadores”.
Profesor Ricardo Cerda, a cargo del proceso de autoevaluación de la
Escuela de Nutrición y Dietética. |
Para ello, pasaron por varias instancias de recopilación de datos, algunas mediante encuestas realizadas tanto a su medio interno –académicos y estudiantes- como al externo, compuesto por egresados y empleadores y otras mediante el análisis de información de recursos, productos y procesos de la carrera. Entre los resultados de estas encuestas, destaca la excelente percepción que tienen los empleadores de la calidad de los profesionales formados en la Escuela de Nutrición, lo que se refleja en la alta tasa de ocupación que tienen los egresados. Pero añade que “este escenario podría ser menos seguro en los próximos años, por la irrupción de una gran cantidad de nuevos nutricionistas formados por universidades e institutos privados”. Por esto, agrega, además de utilizar los criterios definidos en la CNA Chile , enfrentarán el desafío que supone la creación de estándares propios de calidad, de manera de establecer comparaciones con niveles internacionales.
Otro punto para resaltar es la positiva visión que tienen los académicos de las diversas dimensiones evaluadas en su escuela, cuya aprobación superó el 75%, “lo que refleja una opinión bastante homogénea del cuerpo docente”.
En cuanto a su cuerpo docente, informa que éste se ha visto reforzado con el aumento de las jornadas completas equivalentes, de ocho en el período evaluado anterior, a 14.75 actuales, “y de los cuales la gran mayoría tiene su grado de magíster o lo está cursando, e incluso algunos ya se encuentran en la etapa de doctorado”. Pero, en su opinión, lo más importante de destacar “es que en el informe resaltamos que somos una carrera que cuenta con el trabajo colaborativo de 88 académicos, más allá de nuestra propia escuela, integrando a miembros del Departamento de Nutrición, el ICBM, el INTA y la Facultad de Agronomía”.
Nueva orgánica
Paralelamente a este proceso de autoevaluación, explica el profesor Cerda, la Escuela de Nutrición y Dietética continuó con su proyecto de desarrollo institucional, el cual se reflejó en la inauguración de sus nuevas dependencias en el tercer piso del edificio central de la Facultad de Medicina, “y la implementación de renovados laboratorios, que facilitan la docencia y la investigación”.
Justamente en el área científica, el profesor destaca que todos los miembros del cuerpo académico de su escuela están relacionados con alguna línea de investigación, ya sea propia u otras pertenecientes al Departamento de Nutrición, el ICBM o el INTA, “no obstante, estamos buscando las formas de fomentar la creación de conocimiento, mediante apoyo multilateral y trabajo colaborativo”, agregó.
Todo esto, más allá de la autoevaluación, converge con el proceso de Innovación Curricular de la Carrera que, según informa el docente, “está en “Hito Tres, del Perfil a la Malla”, por lo que esperamos comenzar con la implementación del currículo innovado el 2010” .
Y es que entienden que la Comisión Nacional de Acreditación, CNA, define básicamente como criterio de calidad el cumplimiento de los objetivos propuestos, así como la consistencia de esos objetivos en relación a la organización mayor a la que la escuela se acoge. “Pero hay otros aspectos de la calidad que tienen que ver con lo transformacional, lo estratégico, que no están dentro de este enfoque. Cuando logramos crear un plan de mejoras, dirigido hacia los desafíos más importantes que nos hemos propuesto, la innovación curricular viene a ser una suerte de camino a seguir, en donde está claramente anunciada la participación del medio externo en la construcción disciplinar de lo que se espera de un egresado nuestro, junto con el sello de la Universidad de Chile, que esperamos poder lograr”.
Por último, releva la nueva organización interna que se han dado como cuerpo académico: “ahora tenemos áreas de desarrollo como Gestión, Nutrición Pública y Clínica, para hacernos cargo de las distintas dimensiones de nuestra carrera. Eso ha definido temáticas que no estaban contempladas anteriormente, como es la extensión o la propia autoevaluación. Esta orgánica nos permite tener más discusión, más análisis, y más propuestas de cara a los nuevos desafíos y nuevas oportunidades de avance”.
Cecilia Valenzuela
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