“Toda mi experiencia en el voluntariado partió por mi iniciativa personal, antes de estudiar Medicina”, explica Álvaro. “Mientras cursaba Biología Marina en Valparaíso fui voluntario del Hogar de Cristo, y me tocó participar de los operativos que hacían con personas con patologías crónicas de salud mental que viven en situación de calle, intentando reinsertarlos al sistema público de salud o de que fueran diagnosticados y tratados farmacológicamente, para que luego se reubicaran en hogares protegidos o en sus propias familias”. Eso, añade, fue tan motivante que, una vez titulado decidió proseguir con una segunda carrera universitaria, por lo que ingresó a estudiar Medicina en nuestra facultad.
La “mochila de salud” “Cuando entré, seguí participando del trabajo sicosocial que hace esta institución” señala Álvaro y agrega que de a poco se fueron sumando estudiantes –como los ex internos, hoy doctores Claudio Valencia, Osvaldo Ibaceta y Arturo Zumaeta- y médicos, de manera que fundaron el grupo Integración Social y Salud en la Calle, ISYS Calle, que lleva dos años de funcionamiento y cuya misión es entregar apoyo y hacer promoción de la salud con estas personas que viven en extrema pobreza, mediante salidas quincenales nocturnas en conjunto con el programa “Acogida” del Hogar de Cristo. “Si contamos con médico, salimos en una unidad móvil que cuenta con capacidad de atención simultánea para dos personas y farmacia básica; si no, aprovechamos la “mochila de salud” que pudimos comprar con los recursos obtenidos con los fondos concursables de la Facultad durante el 2008, que se compone de insumos básicos, como un hemoglucotest, un otoscopio, un oftalmoscopio, guantes y otros, de manera que podemos controlar signos vitales y orientaciones para el autocuidado, o derivarlos a los servicios de salud si es indispensable”.
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Este es un trabajo multidisciplinario, pues integra a estudiantes de medicina y de otras carreras de la salud, incluso del área social, para responder a las necesidades de las personas en situación de calle, “que viven en un sistema complejo, y cargando con problemas de salud o sociales que son causa o efecto de que estén así”, añade el interno. De ahí entonces su interés en dar a la situación una mirada más promocional que asistencial, “porque podemos estar para siempre entregando atenciones o medicamentos, si es que no logramos que estas personas se hagan cargo de su salud y se reinserten a su derecho, que es ser atendidos en un consultorio, que saquen su tarjeta Fonasa. Nosotros somos un puente para ese fin”.
Distintas realidades
En esta misión, y al cursar su primera asignatura de Salud Pública, Álvaro Morales se acercó al doctor Villalón quien, interesado en su labor, lo acogió como Ayudante Alumno.
El doctor Villalón añade que, por su iniciativa, Álvaro se vinculó con lo que mundialmente se conoce como “Street Medicine” o “Medicina de la Calle”, por lo que consiguió ser invitado al módulo de esa disciplina dentro de un congreso mundial de salud urbana que se realizó en octubre de 2006 en Holanda. Por ello, lo apoyó para conseguir respaldo financiero de la Facultad de Medicina para hacer ese viaje y, además, en la sistematización de su experiencia en el voluntariado que hizo en Valparaíso, trabajo que pudo presentar en un poster. “Así, y gracias a la beca que me dio la Fundación Bill and Melissa Gates, conocí a otras personas que trabajan en esta área e incluso a quien acuñó el término de “Street Medicine”, el doctor James Withers, de la Universidad de Pittsburg” explica Álvaro.
Doctor Marcelo Villalón, académico de la Escuela de Salud Pública, y el
precursor del proyecto ISYS Calle, Álvaro Morales. |
Ese doctor ahora lo invita todos los años a los congresos que se realizan y, gracias al apoyo de la decana de la Facultad de Medicina, doctora Cecilia Sepúlveda, y a la beca que le dio el doctor Withers, “pude ir al que se realizó el 2008 en Puerto Rico –al que acudieron estudiantes de distintas partes del mundo, como Inglaterra y Estados Unidos-, que se hizo ahí porque en ese país la situación es muy dura debido a que tienen altos niveles de drogadicción con heroína”. Allí, presentó un trabajo en el que dio a conocer los resultados de esta experiencia de trabajo como grupo de estudiantes, “que es innovadora porque en un espacio formativo extracurricular podemos integrar a alumnos de distintas carreras de la salud y prepararnos en cuanto al trabajo en equipo, por ejemplo”, añade.
Ciencia y enseñanza
De esa experiencia es que surgió el interés de sistematizar la experiencia y la información que ha obtenido ISYS Calle, “con dos objetivos; el primero, generar un documento científico en el que se releve cómo a través de un trabajo comunitario se pueden conseguir objetivos académicos muy deseados hoy, como son el trabajo en equipo y el compromiso ciudadano, y otro proyecto en el que se precise información respecto de la morbimortalidad de las personas en situación de calle, sus rasgos sociodemográficos y su nivel de autonomía, material que hasta hoy no existe en Chile”, dice el doctor Villalón.
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El segundo es crear un curso de formación general que pueda ser incluido en el proyecto de Innovación Curricular. “Por eso es que estamos creando una propuesta que se pueda realizar en horario hábil, dimensionando necesidades y riesgos, tanto para aprovechar la ventana actual para reconocer este tipo de actividades en su dimensión formativa, como para darle sustentabilidad a estas iniciativas, que finalizan cuando los estudiantes egresan”, añade el académico. Por toda esta destacada labor, Álvaro Morales hizo extensiva la invitación a todos los estudiantes de la Facultad de Medicina que quieran sumarse al proyecto ISYS-Calle, de manera de contar con más recursos humanos en esta cruzada solidaria
Cecilia Valenzuela |
