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Nº 52 - 4 de junio de 2008

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PULSACIÓN SEMANAL
 
 

SegÚn estudio de la Facultad de Medicina de la U. de Chile
Omega 3 reducirÍa riesgos en cirugÍas del hÍgado

  • Suministrar un suplemento alimenticio en base a ácidos grasos antes de la cirugía, evitaría que el hígado se inflamara y sufriera daño irreparable.

Doctora Virginia Fernández.

Se ha constatado que los Omega 3, ácidos grasos derivados de los aceites de pescado, cumplen, entre otras, la función de proteger al hígado. Por ello un grupo de investigadores del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, liderados por la académica Virginia Fernández, está estudiando la utilidad de aplicarlos como suplemento dietario antes de que se realicen cirugías hepáticas bajo exclusión vascular.

Dentro de los Omega 3 hay dos ácidos grasos que tienen propiedades antiinflamatorias: el Eicosapentanoico (EPA) y Docosahexaenoico (DHA). De ahí que los científicos chilenos, financiados por un proyecto Fondecyt que se inició este año, decidieran estudiar cuáles son los efectos de estos compuestos en el hígado de las ratas al suministrárselos durante siete días previos a la cirugía hepática .

“La cirugía hepática asociada a la reconstrucción vascular, a la resección o al transplante, implican obstruir la circulación sanguínea durante la operación. Sin embargo, al poner fin a la oclusión, es decir, cuando el hígado vuelve a recibir la sangre y el oxígeno, se generan una serie de procesos proinflamatorios que desencadenan daño celular, en algunos casos tan irreversible que puede provocar la muerte del paciente”, explica la doctora Fernández.

La isquemia hepática prolongada, que corresponde al proceso de bloquear el suministro de sangre y oxígeno, y la posterior reposición del flujo normal o reperfusión, es un evento nocivo porque puede provocar mal funcionamiento o falla hepática generalizada. “La mayoría de las estrategias que se han diseñado para proteger o preacondicionar al hígado antes de una intervención quirúrgica que implique el bloqueo del suministro sanguíneo, son de carácter invasivo y no han podido ser introducidas a la clínica”, explica la académica.

Previniendo la inflamación

Por eso el grupo de la doctora Fernández está buscando una alternativa para proteger al órgano sin provocarle complicaciones derivadas de la intervención. De hecho, en un estudio anterior comprobaron que la administración de una dosis de hormona tiroidea (triyodotironina o T 3 ) era capaz de desencadenar una secuencia de respuestas hepatoprotectoras que prevenían la inflamación y muerte celular frente a una isquemia y reperfusión posteriores.

“Fue todo un acierto científico a nivel internacional que nos valió una publicación en la prestigiosa revista Hepatology, investigación que ahora debiera ser refrendada en seres humanos”, señala.

De hecho, se pudo constatar el éxito de suministrar T 3 a ratas antes de que fueran sometidas a isquemia y reperfusión hepáticas, mediante la evaluación de tres parámetros de daño que resultaron totalmente normales en estos mamíferos: las transaminasas séricas (enzimas del hígado que aumentan en la circulación sanguínea cuando hay daño en el órgano), el estrés oxidativo hepático y la histología de este tejido.

Hasta ahora los análisis realizados por la doctora Fernández y su equipo han revelado que las ratas que recibieron Omega 3 durante una semana, antes de ser sometidas a isquemia y reperfusión hepáticas, no presentaron alteración en las transaminasas séricas, por lo tanto, la investigación es auspiciosa: “Aunque estamos esperando los resultados de los otros dos parámetros estamos muy optimistas”, dice.

La investigación chilena, totalmente novedosa a nivel mundial, representa una promesa clínica para los cientos de pacientes que se someten a cirugías hepáticas y que hoy corren el riesgo de ver disminuida su función física e, incluso, su sobrevivencia debido a la falta de preacondicionamiento del hígado.

“Nosotros estamos trabajando para saber los mecanismos moleculares que explican la hepatoprotección producida por los Omega 3, los cuales estarían relacionados con la inhibición del proceso inflamatorio. Conocerlos en detalle nos ayudará a generar en el futuro y, en colaboración con los clínicos, un tratamiento para los enfermos”, acota la doctora Fernández.

Cecilia Coddou