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Nº 50 - 20 de mayo de 2008

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PULSACIÓN SEMANAL
 
 

Explica la doctora Lilianette Nagel
Uso de mÚltiples tatuajes y piercing
revelarÍa problemas sicolÓgicos

  • El tema será abordado durante un curso organizado por la Facultad de Medicina de la U. de Chile en que los especialistas se referirán a diversos temas relacionados con los jóvenes, tales como: manejo de acné, vacunas, novedades de anticoncepción, patologías psicosociales, pubertad atrasada y déficit atencional.

Si bien el uso de tatuajes y piercing es percibido por algunas personas sólo como una forma de decorar el cuerpo, se ha constatado que los individuos con comportamiento de riesgo externalizado suelen alterar múltiples y extensas zonas de su anatomía, lo que indicaría problemas sicológicos.

Así lo da a conocer la doctora Lilianette Nagel, académica del Departamento de Pediatría Occidente de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, quien se referirá a este tópico durante el II Curso de Temas Nuevos y Cotidianos de los Jóvenes , que se llevará a cabo entre el 22 y 24 de mayo en el Campus Occidente del plantel (ubicado en Las Palmeras Nº 299, al interior de la Quinta Normal).

La pediatra explica que, según se desprende de la literatura científica, los jóvenes desean perforarse y tatuarse para estar a la moda y así recibir mayor atención. Asimismo, en algunos casos pretenden desafiar a la autoridad parental motivados o inducidos por sus pares. “Muchos adultos no entienden que para los adolescentes el arte de adornar su cuerpo es un rito de paso”, plantea.

La doctora Nagel sostiene que el uso de tatuajes y piercing se ha vuelto cada vez más popular entre quienes buscan consolidar su identidad porque éstos estarían asociados al individualismo, desafío, libertad, riesgos y fantasías. Además, no hay que olvidar que buena parte de los ídolos musicales y deportivos de los jóvenes los emplean, lo que, sin duda, acrecienta su interés por ellos.

Añade que en un comienzo los adolescentes que usaban tatuajes solían estar vinculados con pandillas y tenían comportamientos riesgosos, depresivos e impulsivos, además de mal rendimiento escolar. Sin embargo, también se ha descrito que sujetos tatuados, con un promedio de edad de 14 años, eran muy buenos alumnos y no presentan trastornos conductuales.

Orientación pediátrica

Por ello, apunta, es tan importante el rol que juega el pediatra, es decir, el adulto que no juzga, sino que provee a los jóvenes de información para que puedan tomar sus propias decisiones. “En los controles de salud de la pre-adolescencia y adolescencia temprana los especialistas deberían ofrecer consejería, es decir, una guía objetiva y útil que los oriente”, dice.

Para ello se recomienda que les pregunten si alguna vez han pensado tatuarse, dónde y con qué diseño, si sus amigos ya se han adornado el cuerpo y si han conversado al respecto con sus padres.

La doctora Nagel explica que, en el caso de un tatuaje, el pediatra debería anticiparse a los hechos hablando con el adolescente sobre el tamaño, color, diseño, sitio donde se lo aplicará y el lugar donde lo llevará a cabo. “Es bueno recordar a los jóvenes que el procedimiento produce dolor, hay riesgos de contraer infecciones y que los gustos son cambiantes y los tatuajes permanentes”, recalca.

En este punto es fundamental que el adolescente conozca el recinto donde se realizará el procedimiento y observe con detenimiento su limpieza, así como el uso de agujas desechables que siempre deben abrirse frente a los ojos del usuario. De igual manera, los pigmentos tienen que ser utilizados sólo en la persona que se está tatuando y las cremas que se aplican luego de hecho el diseño, no deben estar contaminadas por el uso previo con otros clientes.


Doctora Lilianette Nagel

“Debe fijarse que haya una correcta esterilización de los instrumentos, que el tatuador no tenga heridas visibles, use guantes desechables, se preocupe de desinfectar el lugar una vez terminada la sesión, emplee vendajes estériles y, muy importante, tenga los permisos sanitarios exigidos”, resalta la pediatra.

Reglamento sanitario

Agrega que por norma estos establecimientos deben contar con superficies de trabajo lavables y limpias, iluminación, sillas, camilla, recipientes para elementos cortopunzantes e instalaciones para el lavado de manos y materiales.

“Desde el año 2002 está en vigencia en Chile el Reglamento de Tatuajes y Prácticas Similares del Ministerio de Salud que regula el ejercicio de toda práctica que, con fines cosméticos, consista en la penetración, perforación, corte, escarificación o introducción de pigmentos u objetos en la piel o mucosas de personas; tales como tatuajes o colocación de joyas en la nariz, orejas u otra parte del cuerpo. Ello por el peligro de transmisión de enfermedades cuyo pronóstico es grave”, apunta.

La académica recuerda que los lugares “serios” no hacen tatuajes o piercing a menores de 18 años que no cuentan con la autorización de sus padres. Asimismo, sostiene que es importante que los adolescentes sepan que hay riesgos de infectarse con hepatitis B o C, VIH, sífilis, tener problemas locales y reacciones alérgicas.

“En el caso de los tatuajes las alergias pueden ocurrir años después de realizadas las punciones y cuando se usa henna también es posible que se presenten complicaciones dermatológicas graves si se adicionan sustancias como la parafenildiamina, que sirve para oscurecer el diseño”, añade.

El piercing, en tanto, podría provocar infecciones sistémicas y locales, tales como celulitis e impétigo (infección a la piel) que, según algunos estudios, afectan hasta el 33% de los adolescentes. “Cuando el piercing se ubica en la boca y lengua a veces es ingerido accidentalmente pudiendo causar, asimismo, traumas dentales o lesiones de contacto. También puede complicar una intubación de emergencia”, comenta.

En el lóbulo de la oreja las bacterias pseudomona aeruginosa y staphylococcus aureus pueden generar infecciones difíciles de cicatrizar y si el piercing es genital los adolescentes tampoco estarán libres de sufrir reacciones alérgicas, infecciones y cicatrices. “El piercing tiene que hacerse en un local apropiado que cumpla con requisitos mínimos, no debe ser autocolocado y lo ideal es que se usen joyas de acero quirúrgico, titanio, niobio u oro de 14 o 18 kilates”, acota la pediatra.

Para mayores detalles sobre el curso:
http://www.med.uchile.cl/seminarios/2008/mayo/curso_adolescencia2008.pdf

Cecilia Coddou