“ La Educación Superior Chilena y el Proceso de Bologna” fue la charla que dictó la profesora Roxana Pey, directora ejecutiva del Fondo de Innovación Académica, Programa Mecesup 2, al Consejo de Pregrado ampliado convocado por el doctor Santiago Urcelay, director de Pregrado de la Universidad de Chile, el cual se efectuó el 7 de junio de 2007.

Profesora Roxana Pey

En el encuentro, en el que participaron decanos, secretarios de estudios y directores de escuela de las distintas facultades de la corporación, la profesora Pey destacó los logros alcanzados por la educación superior en el país, de la cual señaló que ya se puede hablar como un sistema y no como una serie de universidades por separado. Así, dijo que hay avances en cuanto a la preparación para una futura implementación de mallas de estudios basadas en competencias; que están sentadas las bases para diseñar ciclos curriculares, salidas intermedias con inserción laboral y formación continua, y que se ha progresado en cuanto a la duración de las carreras, su articulación y la movilidad estudiantil, pese a que en este último punto hizo énfasis en que, por ejemplo, a un alumno chileno le resulta menos engorroso hacer un intercambio con alguna universidad extranjera que con una nacional.

De la misma manera, se refirió al apoyo prestado por los programas Mecesup en sus dos etapas, señalando que en la primera se hizo énfasis en la preparación para la innovación curricular, mediante el perfeccionamiento académico y el apoyo para infraestructura y equipamiento. En la segunda etapa, en cambio, dijo que “se espera que las instituciones pongan el foco en transformaciones de sus propias culturas que resulten en mejoramiento académico, y que entren de lleno en una etapa de implementación de cambios”.

Respecto del actual estado del Proceso de Bologna, la profesora Pey se refirió al más reciente encuentro de ministros de Educación, realizado en Lisboa durante mayo pasado, resumiendo que esta iniciativa se basa en la formación centrada en el estudiante, con un sistema de créditos, con vinculación a logros en el aprendizaje, una estructura mínima de tres años con formación suplementaria al título profesional.

Finalmente, comparó los avances tanto de este proceso como de la experiencia nacional del sistema de educación superior, señalando que en Europa es una iniciativa que nace desde las autoridades en materia educacional, la cual redundó en la unión de los países del continente en el tema, por lo que tienen un avanzado sistema de créditos, con una masiva movilidad estudiantil y “verdadero sentido e integración de conceptos como democracia, ciudadanía, derechos humanos, diálogo de culturas y dimensión social”. En Chile, añadió, es un proceso que nació más bien a nivel de los académicos universitarios, con un sistema de créditos en etapa de implementación inicial, que logró la creación del Consejo de Vicerrectores Académicos, pero en el que todavía la movilidad es incipiente y se nota divergencia entre las características del sistema y los objetivos del proceso.

Cecilia Valenzuela