Este 31 de Mayo se celebró en todo el mundo el “Día Mundial sin Fumar”, cuyo tema principal para el 2007 fueron los Ambientes Libres del Humo Ambiental del Tabaco. La Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile se suma a esta iniciativa, informando sobre los serios riesgos para la salud que implica la exposición al tabaquismo de segunda mano, especialmente en los niños.

En una declaración pública de esta institución, la profesora María Teresa Valenzuela explica que en nuestro país el 57% de los menores de edad está expuestos al humo ambiental del tabaco, principalmente en sus hogares (GYTS, 2000), agregando que los niños cuyos padres son fumadores pueden aumentar su riesgo de sufrir infecciones respiratorias bajas y otitis media, así como la frecuencia y severidad de los episodios de asma. Existe también evidencia respecto al aumento del riesgo del síndrome de muerte súbita en lactantes expuestos al tabaquismo de segunda mano (Gral Surgeon Annual Report, 2006)

La nueva Ley de control del Tabaco que entró en vigencia en agosto de 2006 considera sólo restricciones parciales a la exposición del humo ambiental del tabaco, lo que perpetúa el riesgo de enfermedad y el daño a la salud que éste provoca. En aeropuertos, centros comerciales, supermercados, centros culturales, gimnasios y restaurantes –entre otros- está permitido fumar en salas especialmente habilitadas para ello o en espacios al aire libre. Sin embargo, ninguna ley puede regular la exposición al humo ambiental del tabaco dentro de los hogares; allí sólo puede ser efectiva la acción conciente y responsable de los adultos.

La evidencia científica demuestra que no hay nivel inocuo de exposición al humo ambiental del tabaco. Un reciente estudio de The American Society of Heating, Refrigerating and Air-Conditioning Engineers (ASHRAE), concluyó que las áreas separadas entre fumadores y no fumadores, y los sistemas de ventilación y purificación del aire no eliminan la exposición al humo ambiental del tabaco. Los sistemas convencionales de purificación de aire pueden remover partículas grandes, pero no las pequeñas ni los gases encontrados en el ambiente. Los equipos de aire acondicionado pueden distribuir el humo del tabaco al interior de un edificio.

Ambientes 100% libres del humo del tabaco es la principal y más efectiva acción para disminuir el consumo de tabaco. Llamamos a enfrentar con urgencia esta situación, no sólo modificando la Ley 20.105, sino informando ampliamente a la población sobre el grave daño a la salud que implica el humo secundario del tabaco.

Escuela de Salud Pública
Facultad de Medicina
Universidad de Chile.