Posiciones contrapuestas se dieron cita en el sexto debate organizado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y el Instituto de Ciencias Biomédicas, ICBM, puesto que el tema propuesto para analizar el 23 de octubre de 2007 fue “Adicciones: ¿es el ser humano un adicto?”.
Doctor Norbel Galanti, senador Nelso Ávila,
doctora Cecilia Sepúlveda, doctora Katia Gysling,
doctor Julio Pallavicini y doctor Mario Herrera Marschitz. |
En la oportunidad, los expositores fueron la doctora Katia Gysling Caselli, profesora del Programa de Biología Celular y Molecular de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica de Chile; el doctor Julio Pallavicini González, psiquiatra de la Facultad de Medicina e investigador en fármacodependencias, y el s enador Nelson Ávila Contreras, miembro de las comisiones de Medio Ambiente y Bienes Nacionales, Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura y Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía, quien defiende la legalización de la marihuana en Chile. Como moderador, participó el doctor Mario Herrera- Marschitz, profesor del Programa de Farmacología Molecular y Clínica del ICBM.
Recibió y dio la bienvenida a los panelistas y asistentes el doctor Ennio Vivaldi, vicedecano de la Facultad de Medicina, quien dijo estar muy contento porque el aporte de la Universidad de Chile en este debate es de importancia para el país, puesto que entiende la relevancia de lo que sus académicos puedan decir e investigar respecto del problema de las drogas.
La mayor gratificación
La doctora Gysling partió definiendo a la adicción como el consumo compulsivo de drogas adictivas pese a las consecuencias adversas, señalando que este proceso tiene origen no sólo en las diferentes sustancias lícitas o ilícitas que generan esta conducta, sino que está condicionado por factores como la influencia de los pares en el sujeto vulnerable, su personalidad y el estrés al que esté enfrentado, todo lo cual puede condicionar esta situación si el individuo es especialmente susceptible. Luego, explicó que diferentes estudios han evidenciado que la gratificación que ofrecen las drogas es mayor que la que se encuentra en placeres habituales como la comida, y que todas ellas, pese a que son de una muy diferente estructura química y forma de funcionamiento, aumentan la liberación del neurotrasmisor llamado dopamina, el cual produce las sensaciones placenteras. Por ello, respondió que “sí, el ser humano puede ser adicto, porque el constante aumento de la dopamina a nivel cerebral produce la pérdida del autocontrol, que se encuentra en la corteza frontal y prefrontal”.
Los panelistas, doctores Katia Gysling y Julio Pallavicini
y el senador Nelson Ávila. |
Esta información fue refrendada por el doctor Pallavicini, quien expuso un caso clínico modelo, representativo del tipo de pacientes que habitualmente consultan por problemas de adicciones en la Clínica Psiquiátrica Universitaria. Lo más impactante de su presentación fue la exhibición de exámenes de Spect cerebral, en los que se evidenciaba la disminución de la irrigación sanguínea de este órgano durante la adicción, y cómo esta mejoró cuando el paciente se rehabilitó, gracias a un estricto tratamiento y el apoyo de sus redes familiares. “Pero los problemas cognitivos permanecen y son irrecuperables”, añadió, por lo que estos pacientes no pueden asumir grandes desafíos intelectuales, debido al impacto de las drogas en la función neuropsicológica ejecutiva del cerebro.
Efectos del prohibicionismo
Por su parte, el senador Nelson Ávila enfrentó el tema desde el punto de vista del prohibicionismo, como un intento equivocado para resolver el problema de la drogadicción y el narcotráfico. Por ello, propone la despenalización del consumo de marihuana, pues en su opinión, hay principios fundamentales involucrados en la materia, como que el ser humano debe gozar de libertad para tomar sus propias decisiones, y que el Estado no debe invadir ese espacio; sin embargo, debe poner a disposición de las personas la mayor cantidad y calidad de información para que resuelva de la mejor manera lo que crea adecuado.
Por ello, dijo que el que la venta de narcóticos sea ilegal promueve la formación de mafias, corrompe las instituciones, obliga al consumidor a delinquir y agrava la marginación.
La doctora Cecilia Sepúlveda, decana de la Facultad de Medicina, se sumó a la discusión diciendo que para que se produzca una adicción, tiene que haber un encuentro con estas sustancias, pero además factores de vulnerabilidad en el sujeto, por lo que su diagnóstico y tratamiento debe ser con un enfoque biosicosocial. A esto, añadió la importancia de la educación en los jóvenes al respecto de esta materia, para evitar la escalada de las drogas.
Cecilia Valenzuela
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