Eliminar la discriminación por ingresos y riesgos, integrar la atención primaria a la red de salud y mejorar las remuneraciones y condiciones de trabajo del personal de salud, son los principales desafíos que debe enfrentar el proceso de reforma de este sector. Así lo concluyeron los panelistas que participaron en el seminario “Avances y perspectivas de la reforma de la salud”, organizado por la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina y el centro de estudios Expansiva.
El evento contó con la presencia de la senadora Evelyn Matthei; el presidente del Colegio Médico, doctor Juan Luis Castro y el Superintendente de Salud, doctor Manuel Inostroza, quienes comentaron el estudio presentado por el académico de la División de Políticas y Gestión de Salud de la Escuela de Salud Pública, Marcos Vergara. El análisis -realizado durante ocho meses por la ESP y Expansiva- aborda los cambios introducidos a partir de la implementación de la reforma, considerando el impacto que ésta ha tenido en todos los agentes involucrados y el cumplimiento de las expectativas generadas entre los usuarios de los sistemas público y privado.
La senadora de la UDI por la IV Región , Evelyn Matthei, sostuvo que persiste en la población un gran malestar, asociado a la calidad y oportunidad de la atención en el sector público y a la desprotección financiera en el privado. Agregó que las Garantías Explícitas de Salud (GES) están funcionando bien, pero hay serios problemas en los protocolos de atención, calidad de las prestaciones e integración de la atención primaria con el resto de la atención. En cuanto a las remuneraciones del personal de salud, dijo que es perfectamente explicable que los médicos no quieran trabajar en la atención primaria, ya que no existen incentivos para ello.
Por su parte, el presidente del Colegio Médico, doctor Juan Luis Castro, afirmó que en el diseño de la reforma faltó la integración de los equipos de salud, los cuales no fueron considerados en la planificación ni en la evaluación. Citó un estudio que señala que el 38% de los médicos se sienten amenazados y el 19% temerosos frente a la reforma. “Tenemos problemas graves para cubrir las brechas en el campo de recursos humanos –indicó el dirigente-; hay una gran oferta de cargos públicos que simplemente están quedando desiertos, debido a las bajas remuneraciones y a las condiciones de trabajo que se ofrecen”.
Una visión menos crítica entregó el Superintendente de Salud, Manuel Inostroza, quien manifestó que existe un respaldo general a los instrumentos contemplados en la reforma para disminuir la exclusión y segmentación social. Señaló que los derechos ciudadanos viabilizaron la reforma y que ésta ha dado un respiro a los sectores más pobres. Al comentar los desafíos pendientes, mencionó la necesidad de visualizar e implementar acciones de salud pública, de mejorar la formación y capacitación de los recursos humanos y de establecer indicadores de evaluación para ver si la autoridad sanitaria está efectivamente cumpliendo su rol.
Daniela Araneda |
