Doctora Valeria Prado

Un premio al mérito por su labor en pro del desarrollo de la ciencia y la docencia en la infectología pediátrica en Latinoamérica y el Caribe recibió la doctora Valeria Prado, directora del Programa de Microbiología y Micología de la Facultad de Medicina, en el XII Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, Slipe, realizado entre el 8 y 11 de mayo en Costa Rica.

La doctora Prado se mostró muy satisfecha por la distinción recibida, puesto que da cuenta del reconocimiento manifestado por sus pares en todo el continente al aporte realizado en esta disciplina dedicada específicamente a la salud infantil. “Soy socia fundadora de la Slipe y su primera presidenta electa, entre 1989 y 1991, la cual fue indispensable y muy activa para la creación de la Sociedad Mundial de Infectología Pediátrica, en cuyas conferencias he integrado varias veces sus comités científicos. Y también soy socia fundadora de la Sociedad Iberoamericana de Infectología, que realizó también en mayo su primera reunión en Salamanca, España, en la que presenté el trabajo “Genes de virulencia presentes en cepas de Escherichia Coli productoras de Shigatoxina, asociados a Síndrome Hemolítico Urémico”. En todos ellos tienen una muy destacada participación los expertos nacionales, en especial los de nuestra facultad”, explica la doctora Prado.

¿A qué se debe esta relevancia de los investigadores chilenos en el área, dentro del concierto latinoamericano?

Yo creo que hay dos motivos: en nuestro país tenemos una muy buena formación médica de base pero, además, somos destacados en investigación básica y clínica debido a las políticas de país que apoyan la ciencia, como son los concursos Fondecyt y otros, y al respaldo que tenemos por parte de la Facultad de Medicina, que se la juega por la excelencia académica, que nos empuja a medirnos con parámetros internacionales.

Asimismo, señala que sólo hace pocos años que surgieron las sociedades científicas dedicadas a las especialidades pediátricas, “por el concepto que impedía hacer ensayos clínicos en niños, pensando erróneamente que se los podría perjudicar, cuando en realidad es al revés, puesto que, por ejemplo, traspasar avances farmacéuticos probados en adultos a los menores es equivocado, porque la respuesta fisiológica de un chico puede ser muy distinta a la de una persona mayor”. Es por esta experiencia que también integra el equipo especialista fundador del Cicef, Centro de Investigaciones Clínicas y Estudios Farmacológicos de la Facultad de Medicina, organismo orientado al diseño y desarrollo de ensayos clínicos en las áreas de pediatría, neonatología, enfermedades infecciosas de adultos y niños, infecciones en inmunocomprometidos, patologías cardiovasculares y trastornos neurológicos.

Cecilia Valenzuela