Nº 326 - 12 de marzo de 2015

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Dra. María Elena Santolaya acerca del plan MINSAL
Aumentaremos cupos resguardando la calidad de nuestros programas de formación de especialistas

  • Cumplidos los seis meses de su gestión, la directora de la Escuela de Postgrado expone aquí los grandes objetivos del postgrado y postítulo de la Facultad de Medicina para los próximos años.

Durante los últimos seis meses, un equipo liderado por la Dra. Santolaya ha venido trabajando para responder a un requerimiento del Ministerio de Salud relativo al aumento de cupos para la formación de especialistas. La iniciativa del Ministerio considera los resultados del estudio de brechas a nivel naciona que hizo esa cartera: “El MINSAL nos ha pedido que hagamos un esfuerzo adicional en el aumento de cupos para especialidades primarias y nosotros hemos levantado propuestas que apuntan a conciliar la necesidad del Ministerio y el resguardo de la calidad de nuestros programas, que es finalmente el capital sobre el que se funda nuestro aporte a la sociedad,” afirma la Directora.


Doctora María Elena Santolaya, Directora Escuela de Postgrado

Sobre la respuesta a este desafío por parte de los grupos académicos responsables de la Facultad, la Dra. Santolaya señala que “en la gran mayoría de los casos la respuesta de nuestros cuerpos formadores ha sido generosa y comprometida con nuestro rol como universidad pública y con la calidad de los programas que entregamos.” Respuesta que la académica atribuye también a la acuciosa evaluación de la oferta de apoyo del MINSAL y a la cautela que ha primado a la hora de comprometer un esfuerzo institucional que requiere de una contraparte en recursos por parte de la cartera de salud.

La formación de un especialista no se improvisa

Agrega la Dra. Santolaya que “para formar especialista se necesita mucho más que la generosidad y el compromiso, se necesita tener buenos convenios docente asistenciales en nuestros campos clínicos, materia en la que la Dra. Andrea Mena desde la Dirección Clínica está trabajando, se necesitan también académicos capacitados y suficientes que asuman la tarea formativa y compartan experiencias con los becados; se requiere por otra parte infraestructura y equipamiento, todos aspectos contemplados a la hora de cuantificar los recursos que requerimos del Estado para cumplir nuestro compromiso formador con la calidad que nos identifica”.

Bajo estos preceptos, la Facultad de Medicina trabaja en un aumento paulatino de los cupos de especialidades como anestesia, cirugía, medicina interna, pediatría, medicina familiar y obstetricia, entre otras, “dado que son todas especialidades muy demandadas a nivel regional y estamos en plena evaluación del apoyo del MINSAL en relación a ese aumento de cupos”, afirma la Dra. Santolaya.

Respecto de la distribución de los especialistas, un problema tan complejo como lo es su carencia, la Directora de la Escuela de Postgrado enfatiza que “no es lo mismo hacer la pregunta sobre el déficit respecto del sector privado que del público. Sin duda faltan especialistas, pero lo que tenemos también es un desajuste en la distribución de estos recursos humanos especializados”, ello por cuanto de acuerdo a lo que señala, éstos están mal distribuidos tanto desde el punto de vista de su adscripción a los sistemas de salud (estatal o privado), así como también mal distribuidos geográficamente, “lo que refleja una falta de armonía entre lo que sucede en la Región Metropolitana y el resto del país”.

En ese contexto, la autoridad académica considera que tan importante como el incremento en el número de especialistas, lo es también “la puesta en marcha de un plan de desarrollo, incentivo y retención de los especialistas de los hospitales públicos. No podemos enviar un especialista único a una región: hay que generar condiciones, articular grupos de trabajo integral”.

Diálogo y calidad

Profesora Titular de la Universidad de Chile y académica del Departamento de Pediatría Oriente (del cual fue su directora por siete años), la Dra. María Elena Santolaya siempre ha mantenido horas en el servicio del Hospital Luis Calvo Mackenna (donde también fue jefa de la unidad de Infectología): “una labor mixta que me ha permitido ver los dos mundos en interacción y afinar una mirada comprensiva respecto de lo que es la realidad y la necesidad de los hospitales y de la Universidad”. La directora de la Escuela de Postgrado es también miembro Consejo Superior de Fondecyt, instancia donde ha reforzado su idea respecto de la necesidad de invertir en la generación de conocimiento para crear masa crítica: “En Chile aún se impone la idea de que hacer investigación es un lujo, cuando en realidad es un signo de desarrollo social”.

Hoy está al frente de la principal escuela de graduados de Chile, cuyo trabajo se puede dividir en tres grandes áreas: grados académicos, con seis programas de doctorado, 18 programas de magister y casi 900 estudiantes activos; especialidades médicas, con 63 programas de formación (29 especialidades primarias y 34 derivadas), con 1.350 estudiantes;  y la educación continua, un área de amplio espectro con diplomas de postítulo, cursos de especialización, de actualización, estadas de capacitación, etc. Sobre estos tres ámbitos “hay que articular, integrar y crecer facilitando sinergias y compromisos transversales”, señala la Dra. Santolaya, y para ilustrar el espíritu con que ha abordado la tarea encomendada por el decano, Dr. Manuel Kukuljan, agrega que “mi mesa es redonda: aquí se conversa. Parte importante de mi tarea es promover el diálogo académico y la colaboración.”

La acreditación es mucho más que un certificado

Dentro de los grandes objetivos de la Escuela de Postgrado para los próximos cuatro años, la Directora releva en primer lugar la obligación de “mantener la calidad de lo que hacemos bien. No es fácil. Mantener el estándar conseguido con mucho trabajo no es automático ni gratuito”. Paralelamente, compromete un esfuerzo dedicado y decidido para que el cien por ciento de los programas de grados académicos y de título de especialista estén acreditados el 2018, “tarea no menor si consideramos el volumen de nuestra oferta académica en estos ámbitos, pero imprescindible de acuerdo al compromiso con la fe pública que ello implica, pues creemos en la calidad como eje de nuestros programas y en la responsabilidad social con el país”. Para conseguirlo, la Dra. Santolaya estima que es urgente cambiar el eje de la acreditación desde una tarea administrativa hacia una concepción transversal y compartida respecto de la acreditación como un mecanismo efectivo de aseguramiento de la calidad, a partir de la autoevaluación permanente: “descubrir fortalezas y debilidades es imperativo para crecer en términos de calidad y pertinencia, en todo orden. No queremos que la acreditación sea un trámite, debe ser un proceso que aporte insumos cuantitativos y cualitativos a la toma de decisiones. Más que el certificado, interesa lo que podemos mejorar para crecer a través de esta autoevaluación”, concluye la autoridad académica.

Actualmente, la Escuela de Postgrado está trabajando en la implementación de una unidad profesional y transversal para que aborde prospectivamente el aseguramiento de la calidad desde la perspectiva descrita y con la articulación necesaria, ello pues para la Dra. Santolaya “estos desafíos no son sólo de la Escuela sino de todos los involucrados en el proceso.”

Flexibilidad e integración

En la última sesión del Consejo de Facultad (22 de enero) se presentó y aprobó para la tramitación reglamentaria correspondiente, el programa de Reumatología Pediátrica, iniciativa que integra capacidades de distintas unidades de la Facultad y por lo tanto modélica para los propósitos de la gestión de la Dra. Santolaya, quien agrega que “en un plazo mediano, se presentarán nuevos programas que den cuenta de nuestras posibilidades articulación, integración y colaboración”. Consigna a la vez que ya tiene una propuesta para avanzar en la flexibilización de los grados académicos, materia de importancia capital de acuerdo al carácter de la oferta de la Facultad: “los programas de grados académicos (doctorado y magister) deben avanzar hacia un desarrollo acorde con la dinámica del entorno. Las universidades deben ofrecer siempre caminos alternativos para que los estudiantes ajusten sus propósitos formativos de acuerdo a sus realidades y capacidades”, concluye la Directora.

María Elena Santolaya De Pablo es médica cirujana de la Universidad de Chile, especialista en Pediatría y con subespecialidad en Infectología Pediátrica. Ha trabajado desde 1993 en el Hospital de Niños Dr. Luis Calvo Mackenna y ha desarrollado una carrera universitaria ligada siempre a la Universidad de Chile, desempeñándose desde 2006 y por siete años como Directora del Departamento de Pediatría y Cirugía Infantil Oriente de nuestra Facultad, siendo promovida a Profesora Titular de nuestra casa de estudios en el año 2008.

Oriunda de Rancagua, es casada con tres hijos: “una familia muy comprensiva con mi trabajo y a la que siempre tengo en primer lugar de mis prioridades”. Según señala, no le fue fácil aceptar el desafío que le propuso el Decano pues “implicaba salir de la zona de confort que el Campus Oriente significa para mí”.  Tomé la decisión por compromiso con la Universidad, porque creo en mis capacidades para aportar en un trabajo muy importante para el futuro institucional y el del país y porque confío en lo que el
Dr. Kukuljan pueda hacer por esta Facultad.”

Comunicaciones Facultad de Medicina


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