En sus palabras a los egresados, la directora del Departamento de Enfermería, profesora Amalia Silva, repasó diferentes fases del proceso formativo vivido entre su ingreso –en marzo de 2010, “por lo que fueron denominados “mechones del terremoto”, dijo- hasta la actual ceremonia, pasando por la movilización por la educación del 2011, el inicio de sus prácticas, el internado y la lucha por la exclusividad de la formación universitaria.
Generación 2014 de Enfermería durante su juramento profesional.
|
|
A ello, añadió que “en esta etapa recibieron las herramientas que los transformaron desde estudiantes a grandes profesionales”, recordando asimismo que esta carrera fue acreditada por el plazo máximo y que fueron certificados por segunda vez consecutiva como Centro Comprometido con la Excelencia en Cuidados por parte de la Asociación Profesional de Enfermeras de Ontario, Canadá.
Finalmente, llamó a los nuevos profesionales a mantener sus conocimientos actualizados, para lo cual el departamento cuenta con una amplia oferta formativa; por lo mismo, y ante la proliferación de instituciones que imparten esta disciplina, los instó a ejercer la gestión del cuidado con los más altos estándares y siendo ejemplos de calidad, ofreciendo trato humanizado y generoso a sus pacientes.
En representación de sus nuevos colegas, la enfermera Nicole Jara rememoró los desafíos enfrentados durante el pregrado e instó a sus compañeros a aplaudir y agradecer el apoyo y cariño de sus respectivas familias, momento emotivo que fue aplaudido a rabiar.
“Hacer y ser enfermeros y enfermeras”
La mejor egresada de la promoción, enfermera Bárbara Yáñez, junto a la
decana (s), profesora Mariangela Maggiolo.
|
|
Luego del juramento profesional y de la promesa de Florence Nightingale, la profesora Maggiolo se dirigió a los presentes felicitando a familiares y amigos de los nuevos enfermeros y enfermeras, y destacó la oportunidad que representa la formación universitaria en la construcción personal y en la construcción de identidad, “para que, desde ella, puedan contribuir a la salud de todos, mejorando la calidad del cuidado que dirigen a las personas y a la comunidad”. A ello, añadió que “esperamos que ustedes, en tanto individuos que ejercerán su profesión, y como comunidad identificada y significada en la enfermería, propicien el bienestar humano, buscando su crecimiento disciplinar en torno al cuidado como elemento fundador de su quehacer, aportando con creatividad al escenario cambiante de la sociedad, respondiendo de manera versátil y asertiva a la permanente incertidumbre. Tanto desafío lleva implícito el empoderamiento de la profesión, en el sentido de pertenencia y de compromiso con los pacientes. Los invito a hacer y a ser enfermería, grandes en el cuidado de lo humano”.
Como mejor compañera, fue elegida Constanza Werttke; por su rendimiento académico, se destacó a la enfermera Bárbara Yáñez, y el premio Florence Nightingale recayó en la enfermera Nicole Guerra. Además, los 37 profesionales que voluntariamente rindieron el examen nacional de la disciplina recibieron un estímulo.
Cecilia Valenzuela León |
