Nº 320 - 19 de noviembre de 2014

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Nuevos departamentos: una oportunidad de desarrollo para la Facultad de Medicina

  • La elección e inicio de funciones de las direcciones de los departamentos recientemente creados a partir de las escuelas disciplinares, marca un hito en el proceso gradual de fortalecimiento académico en cada uno de estos ámbitos.  De acuerdo a lo señalado  por las autoridades de la Facultad de Medicina y por los nuevos responsables académicos de los departamentos, los desafíos son de envergadura.

Desde el 20 de octubre recién pasado, los departamentos de Enfermería, Fonoaudiología, Kinesiología, Promoción de la Salud de la Mujer y el Recién Nacido, Tecnología Médica y Terapia Ocupacional y Ciencia de la Ocupación cuentan con sus nuevos directores, los profesores Amalia Silva, Zulema de Barbieri, Marcelo Cano, Lorena Binfa, Ana María Salazar y Laura Rueda respectivamente.


Vicedecana de la
Facultad de Medicina,
profesora Mariangela Maggiolo.

 “No es un detalle que la Universidad de Chile y en particular nuestra facultad sea el contexto original donde nacieron y crecieron cada una de las disciplinas representadas en estas unidades académicas. En ese sentido, el desafío para el equipo que conduce la facultad es proveer las oportunidades de desarrollo; establecer, en conjunto con los actores involucrados, las acciones tendientes al progreso de cada departamento en todos los ámbitos del quehacer que distinguen la vida académica”, afirma la profesora Mariangela Maggiolo, vicedecana de la Facultad de Medicina, destacando la importancia del reconocimiento disciplinar que sustenta la creación de cada uno de estos nuevos departamentos.


Profesor Marcelo Cano, Departamento de Kinesiología

Para referirse a los principales objetivos de esta orgánica universitaria, el profesor Cano señala que “se debe tener muy claro que estas nuevas unidades no son las antiguas escuelas con otro nombre, así como que la función de estos departamentos es velar por el adecuado crecimiento de cada disciplina. En ese contexto, desarrollaremos diferentes áreas a las que estarán adscritos sus académicos, tanto en la docencia de pre y postgrado, como en la investigación y extensión”.

 


Profesora Ana María Salazar, Departamento de Tecnología Médica

Profesora Laura Rueda, Departamento de Terapia Ocupacional y Ciencia de la Ocupación

Todos coinciden que el trabajo de meses invertido en hacer posible este cambio ha sido tanto indispensable como arduo. Por ejemplo, la profesora Salazar explica que en Tecnología Médica aplicaron un análisis de Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas, FODA,  tanto del cuerpo académico como de la departamentalización en sí; además, dieron una nueva mirada a la definición conceptual de su disciplina y establecieron lineamientos estratégicos dentro de su plan de desarrollo. Esto, con la indispensable participación y motivación de su respectivo claustro y el apoyo institucional. A ello, la profesora Rueda agrega que “este cambio no ha sido fácil, evidentemente. Implica la comprensión de sentido de ambas instancias –escuela y departamento- y capacitación en nuevas estrategias, que se suman a todo el cambio que conlleva el proyecto de innovación curricular para la formación en pregrado. También considera la reflexión conjunta, planificación y evaluación de estrategias, de manera de ir ajustando las formas de operar. Estos hábitos serán claves para consolidar la unidad académica”.

 


Profesora Lorena Binfa, Departamento de Promoción de la Salud de la Mujer y el Recién Nacido

Profesora Zulema de Barbieri, Departamento de Fonoaudiología

Profesora Amalia Silva, Departamento de Enfermería

En lo concreto, la profesora Binfa señala que para implementar de manera apropiada este cambio, “se requiere contar con  un número adecuado de académicos en cantidad y calidad,  que tengan las competencias necesarias para cumplir con la misión y cultivar la disciplina, es decir grado académico de magíster y/o doctorado; pero además, debemos contar con un programa o política de perfeccionamiento definido”. Pero sin duda, realza la importancia de que el claustro “esté comprometido y alineado con la formación de pregrado, para garantizar que los  egresados sigan siendo profesionales altamente capacitados para contribuir al mejoramiento de la situación de salud de la mujer a lo largo de su ciclo vital, su recién nacido, familia y comunidad, en los diferentes niveles de atención del sistema de salud chileno”. A lo anterior, la profesora De Barbieri agrega que “por otra parte, el ejercicio democrático, la distribución equitativa de las funciones y actividades, el sentido de pertenencia, la solidaridad  y el reconocimiento por la labor realizada son principios que deben estar presentes en los grupos que conforman estos departamentos”.

A modo de ejemplo, la diversificación de la oferta de postgrado será uno de los primeros frutos del advenimiento de los nuevos departamentos, no sólo en el ámbito del crecimiento disciplinar sino en la base de la generación de recursos. Así lo señala la profesora Salazar: “estamos trabajando para incrementar las actividades que nos permitirán contar con ingresos propios en el mediano plazo, tal como son la reciente aprobación por la Escuela de Postgrado del Diploma de Postítulo en “Diagnóstico Molecular en Oncología y Hemato-Oncología” y la elaboración del Programa de Postgrado “Magíster en Audiología”, que en enero de 2015  presentaremos a la Escuela de Postgrado”. El profesor Cano reafirma este concepto, añadiendo que “una de las grandes metas del Departamento de Kinesiología será la creación, dentro de los próximos dos años, de al menos un magister en la disciplina, así como una clara internacionalización de la unidad, que se deberá ver evidenciada en un aumento en el intercambio estudiantil y de sus académicos con distintas instituciones del extranjero, así como la mayor participación en actividades de investigación con universidades latinoamericanas y del resto del mundo”. 


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