Junto con manifestar su satisfacción por el resultado y agradecer el compromiso de la comunidad en el proceso, la profesora Teresa Boj, directora de la Escuela de Nutrición y Dietética, señaló que “el documento que hemos recibido de AcreditaAcción el 1 de julio es el fruto de un trabajo que comenzó a desarrollarse el 2010, inmediatamente después del proceso anterior en el cual la carrera había sido reacreditada por cuatro años. Desde aquel momento nos abocamos a identificar cuáles eran las debilidades, las tareas inmediatas a ejecutar y comenzamos a organizar la primera gran actividad que fue la autoevaluación a mitad del período, es decir, a los dos años”.
Teresa Boj, directora de la Escuela de Nutrición y Dietética
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De esta manera, se inició un proceso de diálogo con los académicos y colaboradores externos a través de diversos mecanismos, entre ellos el Comité Consultivo de Nutrición y Dietética, instancia que existe en todas las carreras de la Facultad y que tiene como propósito analizar la tarea de la escuela desde la mirada de personalidades destacadas en el área provenientes de otras instituciones de la sociedad. Simultáneamente, se implementó una mecánica de trabajo colaborativo con los estudiantes, logrando aumentar su participación en aspectos muy significativos, como por ejemplo las evaluaciones que realizaron de las distintas asignaturas.
La importancia de una autoevaluación rigurosa y participativa
El proceso de reacreditación contempló la recopilación de datos y elaboración de documentación estándar que exige la CNA (informe de autoevaluación y formulario de antecedentes), trabajo que desarrolló la Escuela de Nutrición y Dietética en los últimos cuatros años. En estos documentos se detalla la gestión realizada en el período de acuerdo al plan de mejoramiento comprometido, así como también se consignan los nuevos logros que exhibe el programa en la actualidad. Para la profesora Boj, “la clave del éxito conseguido la constituye el riguroso y participativo proceso de autoevaluación a partir del cual la carrera analiza su presente y proyecta su futuro.”
La visita del Comité de Pares Evaluadores realizada en abril del presente año se estructuró en base a reuniones con las diversas autoridades, así como también con académicos y estudiantes de los distintos niveles.
Dentro de las debilidades detectadas por la instancia evaluadora, la profesora Teresa Boj reveló que “una de ellas fue que los estudiantes manifestaron que los Cursos de Formación General no tenían una amplia gama de posibilidades de elección, ya sea por topes de horarios, escasez de vacantes o porque existían otros intereses en este ámbito. Sin embargo, ya estamos trabajando para mejorar en esta área”.
Laboratorio de Técnicas Culinarias |
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La directora también expresó que otras debilidades consignadas dicen relación con desafíos pendientes a nivel institucional, como por ejemplo los problemas de infraestructura (escasez de salas de clase, accesos y/o áreas verdes), así como la necesidad de contratar más académicos para potenciar la investigación en el área.
Entre las fortalezas detectadas, el informe pone en relieve la formación en ciencias básicas de los estudiantes, materia sobre la cual la profesora Boj destacó “el trabajo con el Instituto de Ciencias Biomédicas en la evaluación de este tipo de asignaturas. Se ha avanzado a través de las pruebas de diagnóstico para los estudiantes que recién ingresan a la Facultad de Medicina, ello con el propósito de poder nivelar el conocimiento de los jóvenes en esta materia.
Asimismo, el informe reconoce el nivel y calificación de los académicos de la Escuela de Nutrición y Dietética, “ya que hay muchos que están en proceso de terminar (o que ya han finalizado) sus doctorados, e incluso puedo decir que todos los profesores tienen magíster”, agregó la directora.
Por otro lado, se destaca también el avance en la vinculación con el medio del programa, reconociéndole un claro liderazgo a nivel nacional en temas contingentes, “como por ejemplo la gestión que hicimos en relación a la ley de alimentos, la participación en congresos y seminarios, así como el alto puntaje obtenido por las publicaciones de nuestros académicos”, sostuvo la profesora Boj.
Uno de los puntos de inflexión y que causó muy grata impresión en el Comité de Pares Evaluadores fue el Centro de Habilidades Clínicas, el Laboratorio de Técnicas Culinarias con su tecnología de punta, las reuniones con los estudiantes quienes transmitieron fielmente los que habían expresado en las encuestas de opinión anteriores, y como se lograron mejorar las tasas de retención, egreso y titulación de la carrera.
Después de este notable resultado y junto con mantener las condiciones que le permitieron conseguir el máximo posible contemplado en la acreditación, la Escuela de Nutrición y Dietética se encuentra abocada a concluir la implementación de su malla curricular renovada: “nos quedan tres niveles por innovar y así concluir la promoción que entró el año 2012 con el plan antiguo. Esto es muy importante, porque al finalizar esta reacreditación contaríamos con tres generaciones egresadas con el plan curricular innovado, oportunidad que permitirá evaluar de manera íntegra y trabajar en los ajustes que sea necesario implementar”, concluyó la directora Teresa Boj.
En otro ámbito, y en cuanto al proceso de departamentalización que se está implementando en la Facultad de Medicina, a partir del 27 de junio los académicos de la escuela ya se encuentran adscritos al Departamento de Nutrición. Lo que sigue ahora es definir cómo se va a organizar y operacionalizar la estructura de trabajo, lo que también dependerá de las líneas de acción que desarrolle la nueva Dirección de Pregrado.
El decano de la Facultad de Medicina, Dr. Manuel Kukuljan, junto con celebrar la noticia, manifestó su reconocimiento hacia quienes lideraron el proceso –especialmente a la directora de la Escuela de Nutrición y Dietética, profesora Teresa Boj- y a la comunidad que componen estudiantes, académicos y funcionarios de esa unidad. La autoridad académica destacó el momento institucional en el que se consigue este resultado, recalcando que “debe ser una preocupación constante de la comunidad, y de las autoridades de la facultad, el cautelar objetivamente la calidad de la docencia de pregrado de todas nuestras carreras, la que ha merecido el reconocimiento en todos los ámbitos, desde el excelente historial de acreditación a la opinión de estudiantes y del medio nacional respecto de nuestros profesionales. Esta calidad se basa en buen parte en la estrecha interacción entre los estudiantes y sus formadores, relación que debe ser preservada más allá del surgimiento de instancias intermedias, como los departamentos disciplinarios en ciernes”.
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