Según informa el doctor Hetz, el trabajo publicado en la editorial Landes Bioscience “es el primero en el que se manipula genéticamente la autofagia celular en el contexto de Esclerosis Lateral Amiotrófica, ELA, pues los estudios previos hechos en el área eran sólo correlativos o indirectos”. procesos. En base al descubrimiento de la proteína Beclin 1 –BCN1- realizado por la investigadora del Howard Hughes Medical Institute y de la University of Texas Southwestern Medical Center, doctora Beth Levine, -“pues Beclin 1 es un regulador maestro de la autofagia”, añade el académico- pudieron crear modelos animales a los que se eliminó uno de los alelos del gen regulador de la autofagia en el contexto de un modelo experimental que desarrolla ELA. “Suponíamos que se iba a producir una muerte aún más prematura que con la sola presencia de ELA, porque eliminamos la capacidad de sus células de adaptarse y de limpiar el exceso de proteínas y organelos dañados. Pero lo que resultó es que los ratones vivieron mucho más, una respuesta sorprendente”.
La explicación, agrega, se encuentra en que “la autofagia, como la mayoría de los procesos fundamentales de la célula, tiene que ver con un balance; un poco es beneficiosa, pero mucha es patogénica porque rompe el equilibrio del proceso de generación y catabolismo al interior de la célula. Lo que postulábamos era que probablemente en ELA hay una excesiva autofagia, pensando que era como parte de un mecanismo de defensa celular; pero no sabíamos si la cantidad de esta inducción era terapéutica o entraba en una etapa dañina. Al sacar una copia de este regulador, volvimos la autofagia a niveles normales, generando una respuesta de mayor sobrevida. A nivel molecular los investigadores observaron que el gen mutante que produce ELA, como es superóxido dismutasa 1 (SOD1) actúa físicamente con Beclin1, sobreactivándola, por lo que aumentan los niveles de autofagia de forma anormal. Lo que hicimos en nuestro experimento fue revertir ese evento patogénico al eliminar genéticamente una copia a Beclin1”.
Los investigadores graficaron este avance en la ilustración que adorna la portada de Landes Bioscience, en la cual se aprecia una persona de espaldas, “en la que dibujamos la columna vertebral, porque allí se genera la médula espinal donde están las motoneuronas que mueren en ELA. El tatuaje detrás del hombro izquierdo es un autofagosoma – vesículas de doble membrana que capturan material citoplasmático y lo transportan para su degradación por enzimas hidrolíticas- pero en mal estado. Y, por último, en el fondo de la ilustración se pueden ver más autofagosomas en un fondo negro, pero esta vez como estrellas de un cielo nocturno”.
Colaboración internacional
Por otra parte, la primera plana de Science Signaling alude a una investigación en la que estudiantes del laboratorio del doctor Hetz –como son Estefanie Dufey, Hery Urra, Denisse Sepúlveda y Diego Rojas Rivera- colaboraron mediante la realización de diferentes experimentos planteados por equipo de científicos de la Universidad de Alberta, Canadá, proyecto descriptivo de un nuevo modulador de los sensores de estrés celular en el mal plegamiento de proteínas. “Dada la experiencia que tenemos en ese tema, el vicerrector de esa casa de estudios, doctor Marek Michalak, nos solicitó colaboración, por lo que nuestros estudiantes trabajaron llevando a cabo una serie de ensayos”.
Si quiere revisar la publicación en Science Signaling, siga este vínculo. http://stke.sciencemag.org/content/vol7/issue329/cover.dtl
Si quiere revisar el artículo en Landes Bioscience, abra el pdf aquí
Cecilia Valenzuela León |