Este curso fue coordinado por la Unidad de Pacientes Simulados en conjunto con la subdirección de Gestión del CHC, y en su primera versión se desarrolló en 12 horas presenciales, organizadas en tres módulos de contenido, a los cuales asistieron 17 personas.
El primer módulo se efectuó el 23 de mayo, y se desarrolló como una sesión teórica expositiva enfocada hacia el contexto de la evaluación médica y ciencias de la salud. Según explican Raymi Demetrio y Pamela Contreras, encargadas de la Unidad de Pacientes Simulados, en esta parte se trabajó en el reconocimiento de objetivos de las actividades académicas desarrolladas en el CHC, en cuanto a las habilidades blandas de comunicación, las competencias profesionales, la evaluación adecuada, el rol del paciente simulado, comunicación efectiva y su rol en los procesos de aprendizaje, la empatía y asertividad. Además, esta sesión se nutrió de experiencias vividas en el centro por pacientes simulados propios del CHC y la observación que generó este grupo respecto a las actividades desarrolladas en este espacio de formación profesional.
La segunda sesión teórico práctica, realizada el 30 de mayo, se enfocó en el conocimiento de herramientas de evaluación aplicadas a la educación en salud, el reconocimiento del paciente simulado y estandarizado en el proceso de formación de profesionales de la salud –ventajas y desventajas-, y la retroalimentación en la educación médica. Durante la sesión práctica se trabajó con técnicas socio-dramáticas relacionadas a las temáticas entregadas en la sesión teórica.
Durante la última sesión, que tuvo lugar el 6 de junio, el trabajo se enfocó en las guías Calgary-Cambridge y la escala de valoración de la relación clínica durante el proceso asistencial. Además, práctica desarrollada por la generación de escenas, “role-playing” entre estudiante, paciente y observador e inversión de roles y espejos; focalización en las emociones y en la corporeidad de las situaciones vividas a través del role-playing y escenas. “A partir de esta experiencia, los pacientes simulados pudieron detectar y exponer las vivencias cursadas durante dos años de trabajo en el CHC, reconocieron conductas de estudiantes de la salud y en ellos mismos, apreciando la herramienta de “retroalimentación efectiva” como mecanismo de mejora en todos los casos”, señalaron las encargadas. |