En este proceso, la Facultad de Medicina deberá reestructurar las escuelas de pregrado, creando los respectivos departamentos disciplinares en los que se adscribirán sus académicos. En las unidades de origen quedará radicada la gestión docente, la cual será apoyada y transversalizada mediante una nueva Dirección de Pregrado, cuyo primer nombramiento corresponde a la profesora Zulema de Barbieri.

Profesora Zulema de Barbieri |
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Ella califica este proceso como “una oportunidad de crecimiento, tanto en lo disciplinar y metodológico mediante los nuevos departamentos, como en cuanto a relevar y revitalizar la docencia de pregrado”.
Articulando igualdad de oportunidades para todas las escuelas de pregrado
De esta forma, seis de las ocho escuelas de pregrado derivarán en la creación de sus respectivos departamentos. La Escuela de Medicina, por su parte, ya contaba con esta estructura en la que la docencia es realizada por académicos pertenecientes a diferentes unidades de la facultad y, a su vez, los profesores de la Escuela de Nutrición se integrarán al departamento ya existente en la disciplina.
“En esta nueva orgánica, que aglutinará a las ocho escuelas de pregrado, estarán dadas las condiciones para hacer un trabajo conjunto orientado a ofrecerles iguales condiciones y oportunidades a todas, así como políticas generales y específicas de desarrollo, de manera que, por ejemplo, procesos como los de reacreditación de cada una no sólo representen el trabajo de sus respectivos equipos sino que, por una parte, se nutran de los lineamientos de crecimiento que establecemos para todas y, por otra, retroalimenten y faciliten la labor de las demás”, dice la profesora De Barbieri.
Para esta misión, la Dirección de Pregrado cuenta con la Unidad de Formación Común, que supervisa las áreas docentes de Módulo Integrado Interdisciplinario Multiprofesional, MIIM, inglés y cursos de formación general; la Unidad de Enseñanza y Aprendizaje, respaldando el proceso de ingreso con equidad; la Unidad de Evaluación Curricular, revisando el proceso de innovación; la Unidad de Apoyo a la Docencia, que trabaja directamente con los académicos para el avance en sus respectivas carreras, y la Unidad de Egresados.
¿Es indispensable para esta labor el que se produzca la departamentalización total?
No necesariamente, son dos líneas de trabajo distintas y paralelas, pues las escuelas continúan con su gestión docente tengan los académicos adscritas a ellas o a los nuevos departamentos. Lo que nos interesa es que la docencia que se haga sea de calidad, y con este fin estamos avanzando en estandarizaciones que pongan los mismos parámetros exigibles al cuerpo docente, así como con las redes de apoyo –como por ejemplo, el Departamento de Educación en Ciencias de la Salud- que permitan a todos los profesores cumplir con esos indicadores.
Cecilia Valenzuela León |