La actividad fue encabezada por el director Servicio Salud Metropolitano Norte, doctor Claudio Caro, y por el director (s) del Instituto Nacional del Cáncer, doctor Patricio Gayán. Al encuentro asistieron el decano de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile, doctor Luis Ibañez; la vicedecana de la Facultad de Medicina de la Universidad del Desarrollo, doctora Liliana Jadue y la directora clínica de Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, doctora Cecilia Morales, además de otras autoridades de la entidad, cuerpo asistencial y familiares del doctor Caupolicán Pardo Correa, como nietos, bisnietos y tataranietos.
Los doctores Claudio Caro y Patricio Gayán, junto Raquel y Susana Pardo,
descubrieron la placa que nombra al auditorio como Dr. Caupolicán Pardo
Correa. |
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Durante el encuentro y en representación de la familia el Dr. Andrés Gumucio Pardo, psiquiatra y nieto del homenajeado, dijo que “si bien no lo conocí, por los recuerdos que me transmitió mi madre (su hija) puedo constatar que en el trabajo médico de “Don Caupo” había una mezcla de ciencia, arte y magia que era muy potente, sin olvidar nunca la esencia y el respeto por el ser humano. Se la jugó por ese camino, e incluso dio su vida en esa lucha”.
Por su parte otro de los nietos, el escritor Adolfo Pardo, agradeció este reconocimiento a la obra de este maestro. “Ustedes nos han dado una gran lección a la familia, ya que teníamos en el olvido su memoria y legado”. Además, dio a conocer que sus hermanas, Raquel y Susana, restauraron el retrato que del doctor Pardo hizo su madre, Raquel Armanet, hace más de 45 años.
Restauración del patrimonio
El director del Servicio Salud Metropolitano Norte, doctor Claudio Caro, se refirió a la “gran mística que hay en el Instituto Nacional del Cáncer, la cual se demuestra en el cariño y preocupación de las que dan cuenta los mismos pacientes. Aquí encontramos a personas que luchan por un ideal, por un sueño y que encauzan su vida en este sentido, lo que no es fácil en el mundo actual”.
Doctor Andrés Gumucio Pardo. |
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El doctor Patricio Gayán, por su parte, dijo que era necesario relevar el rol de quien fuera el fundador del INC. “Nuestro instituto hoy tiene un rol fundamental en la cura y tratamiento en los pacientes oncológicos; tenemos una importante herencia, que esperamos seguir cumpliendo con el mismo amor y dedicación que demostró el doctor Pardo en favor de quienes son víctimas de esta tremenda enfermedad”.
Al término de la ceremonia, los doctores Caro y Gayán, junto a dos de las nietas del homenajeado, como son Raquel y Susana Pardo, descubrieron la placa que nombra al auditorio como Dr. Caupolicán Pardo Correa.
La doctora Cecilia Morales, directora clínica de la Facultad de
Medicina, asistió al encuentro. |
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Legado docente y asistencial
El Dr. Caupolicán Pardo Correa nació en Santiago en 1870 y falleció a los 63 años –cuando trabajaba en la implementación del entonces Instituto del Radium-, producto de una tuberculosis que se contagió mientras operaba a una paciente.
Este destacado especialista fue ayudante de los doctores Víctor Koernes, en Ginecología y Raimundo Charlín, en Cirugía, a los 20 años de edad. Se tituló en 1894 y fue ayudante del doctor Murillo. En 1900 viajó a Europa, para estudiar con los doctores Simpson en Edimburgo, Pinard en Paris y con Alshausen en Berlín, representando a Chile en el Congreso de Higiene que se realizó en la capital de Francia. En 1902 fue nombrado Profesor Extraordinario y en 1905 Profesor Titular de la Universidad de Chile; en junio de ese mismo año, fue nombrado profesor de Obstetricia.
El profesor Pardo Correa, según detalla el libro “Historia de la Medicina Chilena” del doctor Ricardo Cruz Coke, “tenía excepcionales condiciones de maestro, con profundo conocimiento de su especialidad, un sentido clínico admirable, técnica quirúrgica depurada, prudencia, juicio equilibrado y una vasta cultura que le permitía resolver los diversos problemas humanos y científicos con gran espíritu y equilibrio”. Se rodeó de destacados ayudantes, tales como los doctores Carlos Monckeberg Bravo y Alberto Zúñiga Cuadra, que lo sucedieron en la cátedra de Obstetricia. |
Cecilia Valenzuela León |
