Prof. Nella Marchetti
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El domingo 28 de abril, impulsado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se conmemoró el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) instaurado por la Asamblea General de la Naciones Unidas en el año 2003. En este noveno año de celebración, la atención se centró en el tema de la “Prevención de las Enfermedades Profesionales”, cuya justificación es evidente.
Las enfermedades profesionales son causa de enormes sufrimientos y pérdidas en el mundo del trabajo, pero permanecen prácticamente invisibles frente a los accidentes laborales, aunque provoquen al año un número de muertes seis veces mayor. Informes de la OIT reportan que, de un total de 2,34 millones de muertes por causas relacionadas con el trabajo cada año, 321,000 se deben a accidentes, mientras los otros 2,02 millones de muertes son causadas por diversos tipos de patologías laborales, lo que equivale a un promedio diario de más de 5.500 decesos.
Chile puede enorgullecerse de, por fin, haber ratificado el Convenio OIT No.187 sobre el marco promocional para la seguridad y salud en el trabajo en abril 2011. Sin embargo, queda mucho por hacer. Las enfermedades neumoconióticas asociadas a agentes como sílice, asbestos y otros materiales particulados exhiben tasas de prevalencia excesivamente altas, al igual que los trastornos musculoequeléticos. El estrés laboral y sus diversas consecuencias en la vida del trabajador y su familia son aún muy poco investigados y tratados en nuestro país.
Informe Situación Anual
Cada año, el Programa de Seguridad y Salud y Medio Ambiente en el Trabajo (SST) de la OIT elabora un informe sobre la situación mundial en un tema contingente en su ámbito de acción. Este año, el documento “La Prevención de las enfermedades profesionales” (http://www.ilo.org/safework/info/WCMS_209555/lang--en/index.htm) hace un llamado a los gobiernos, empleadores, trabajadores y sus organizaciones a colaborar en el desarrollo y en la implementación de políticas y estrategias nacionales destinadas a prevenir estas patologías. Esto, porque la ausencia de una prevención adecuada tiene profundos efectos negativos no solo en los trabajadores y sus familias, sino también en la sociedad en su conjunto, debido al enorme costo que generan estas patologías en lo que respecta a la pérdida de productividad y la sobrecarga de los sistemas de salud y seguridad social. En este sentido, se calcula que los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales conllevan una pérdida anual del 4% del producto interno bruto (PIB) en el mundo, o lo que es lo mismo 2,8 billones de dólares en costos directos e indirectos.
El mencionado informe presenta en detalle la situación actual sobre las enfermedades profesionales y propuestas para abordar esta “pandemia oculta”. Se destaca la persistencia de problemas de salud ya ampliamente conocidos, así como nuevos males a resultas de los cambios tecnológicos, sociales y culturales, y la creciente precarización del empleo en muchos países: diversos tipos de neumoconiosis, los riesgos emergentes, las condiciones ergonómicas deficientes, la exposición a radiación electromagnética y sus efectos psicosociales, además del preocupante aumento de los trastornos musculoesqueléticos.
Finalmente, el informa deplora la débil disponibilidad de datos certeros y confiables que permitan un conocimiento acabado de la naturaleza y envergadura de estas patologías profesionales en todas las regiones del mundo. Dichos datos servirían de evidencia no solo para conocer el problema sino también para idear políticas y programas efectivos de prevención.
En mayor o menor grado, nuestro país adolece de las mismas debilidades y negligencias en prevención de las enfermedades profesionales que se presentan en el estudio, es por eso que esperamos que el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo 2013 haya sido una ocasión para la reflexión respecto de nuestras fortalezas y falencias, de manera que, sobre la base de la cooperación entre trabajadores, empresarios y gobierno alcancemos el ideal del “trabajo decente” por el que, durante tanto tiempo, ha venido abogando la OIT.
Prof. Nella Marchetti
Programa Salud Ocupacional
Escuela de Salud Pública
Facultad de Medicina
Universidad de Chile |
