Dr. Marcos Vergara |
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¿Cómo se gestó su postulación a este cargo?
Hace un tiempo que estoy interesado en retomar los temas de gestión hospitalaria en la práctica. Yo había concursado a algunos cargos que se presentaron para la dirección de diferentes hospitales en la Región Metropolitana. A este postulé una vez antes, ya que me parecía particularmente atractivo por el hecho de ser un hospital de especialidad y que, por lo tanto, tiene ventajas comparativas respecto al resto de los centros asistenciales. En esta nueva oportunidad, las autoridades consideraron interesante asignar a esta dirección a una persona que no fuera neurocirujano, como era la tradición.
¿Cuál es su impresión respecto a este servicio?
Lo percibo como una organización que funciona correctamente. Probablemente lo que enfrenta es una demanda por atención que podría dar origen, desde mi punto de vista, a una expansión de la oferta de servicios. En ese sentido, podría empezar a pensarse a si mismo como un instituto que estuviese en condiciones de resolver más cantidad de patologías de este tipo. En este sentido, hay que mirarlo con perspectiva de desarrollo para seguir creciendo pero lo primero es analizar la situación real. Lo que quiero decir, es que no me veo preocupado sólo de la gestión diaria, sino que también pensando en un proyecto de manera direccionada, como resultado de una reflexión colectiva, puesto que mi intención es preocuparme no sólo de mis colegas, sino que también del personal que trabaja en el servicio. Ese es el sello que me gustaría imprimir a esta gestión.
¿Qué opina sobre el desarrollo del convenio docente asistencial suscrito entre la Facultad de Medicina de la U. de Chile y el Instituto de Neurocirugía?
He tenido la ocasión de conversar con la persona encargada de docencia e investigación en el instituto, y se mostró bastante satisfecho de la relación y el trabajo con la Universidad de Chile. Al respecto, este convenio me parece fundamental, porque si se requiere desarrollar la neurocirugía con altos estándares, una de las piezas claves es formar a los estudiantes en esta área.
¿Cuál es la realidad de la salud pública en Chile?
La gran mayoría de las personas tiene sólo acceso a los servicios de salud públicos. Aunque muchos hablan de crisis del sistema, creo que se avanzando en el tiempo. Por ejemplo, me parece que hay progresos respecto a la autogestión hospitalaria, a la formación de profesionales competentes y a la existencia de mecanismos de selección apropiados, condiciones necesarias para introducir mejoras en el sistema.
Quizás no se avanza todo lo rápido que quisiéramos. Efectivamente, el sector público de la salud tiene requerimientos de inversión que aún no han terminado de ser resueltos. Me refiero básicamente a la infraestructura y tecnología.
¿Dónde habría que focalizar esta inversión?
En primer lugar, creo que un tema importante son las camas críticas. Los hospitales deben desarrollar capacidad instalada para atender casos más complejos. En segundo lugar, creo que debería hacerse un esfuerzo en tener camas más socio-sanitarias, es decir, que estuvieran fuera del mundo hospitalario para personas que no ameritan, por su estado de salud, que estén ocupando camas para pacientes graves.
Por último, ¿qué opina respecto del desarrollo de las isapres?
Dado que existen hace 32 años, es probable que sea el sistema de salud más duradero dentro de la historia de la salud pública chilena. Sin embargo, creo que hoy muestran un estado de envejecimiento; estamos alcanzando niveles que ameritan una reforma estructural para pasar hacia una lógica de seguridad social más que de mercado, que es la forma como funcionan en la actualidad.
René Bustos |
