Profesora Lorena Binfa
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Tiene sólidas bases para lo que será su trabajo: la escuela fue reacreditada por siete años en el proceso nacional y por cuatro como Centro Colaborador de la OPS/OMS. Pero la profesora Lorena Binfa tiene la certeza de no es el momento de descansar en los laureles, sino que seguir en la senda del crecimiento académico, para continuar ofreciendo la mejor formación en la disciplina a los futuros profesionales de Chile.
Así, considera fundamental apoyar el desarrollo de la investigación entre sus académicos; para lograrlo, explica que es necesario considerar diferentes variables, como por ejemplo aumentar el número de docentes, de manera de poder destinar un mayor porcentaje del tiempo a la generación del conocimiento. “Ya que fuimos una de las escuelas que innovó su currículo en 2009, tenemos gran cantidad de información que podríamos dar a conocer en revistas o encuentros de educación en salud, pero para lograrlo es necesario que contemos con los espacios para producirlos”. Con más profesores entre sus filas, asegura, sería mayor la factibilidad que algunos de sus docentes comenzaran su preparación de doctorado ya sea en nuestro país o en el extranjero –tal como ella misma, quien cursó esta etapa en el Instituto Karolinska, de Suecia- sin que se viera afectado la labor diaria de enseñanza “y más aún ahora, que el enfoque centrado en el estudiante fomenta el trabajo en grupos pequeños”.
Otro factor es la propia innovación curricular, que por sí misma define una indispensable vinculación entre el pre y el postítulo, por lo que ya se encuentran en conversaciones preliminares con las escuelas de Salud Pública y de Postgrado, con el fin de crear las condiciones formativas que permitieran que los primeros egresados de la generación 2013 puedan, si lo desean, continuar estudios disciplinares.
La esencia de la disciplina
Pero todo lo que hagan, añade, será desde la perspectiva de que la matrona o el matrón es un profesional cuya esencia de su trabajo está en el cuidado de la salud de la mujer y el recién nacido, “pensando en todo el ciclo de vida de las mujeres, por lo que el énfasis debe estar en la promoción de estilos de vida saludables para la prevención de las patologías que más nos afectan”.
Por todo ello es que considera que su trabajo es un engranaje de un proceso de transición: a poco más de un año de tener una primera cohorte innovada y, por tanto, a meses de terminar con el desafío de mantener en funcionamiento dos currículos paralelos. Con la finalidad de lograr que todos los factores involucrados en su éxito respondan adecuadamente al objetivo de acercar la docencia clínica y el trabajo en equipo en tempranas fases de formación a los estudiantes, ajustándose a los nuevos marcos institucionales y legislativos que regularán en adelante el devenir académico y educativo tanto de su unidad como de toda la Facultad de Medicina.
Cecilia Valenzuela
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