Doctor Fernando Monckeberg |
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Este reconocimiento -que se otorga cada dos años- fue instaurado en 2002 por iniciativa de la Academia de Medicina de Chile; la Asociación de Facultades de Medicina de Chile, Asofamech; la Asociación de Sociedades Científicas Médicas, Asocimed, y el Colegio Médico, para reconocer la trayectoria y los aportes de un médico en las áreas asistencial, docente, científica, gremial y social. Según estipula su normativa, “debe recaer en un médico con un rol relevante en el área de la clínica o de la salud pública y que, además, haya tenido un papel destacado en docencia universitaria, administración académica o investigación”.
Uno de los grandes méritos de este premio es que lo otorgan sus propios pares, teniendo en cuenta no sólo la excelencia profesional, sino también a las virtudes personales del galardonado. Así lo explicó el doctor Rodolfo Armas Merino, presidente de la Academia Chilena de Medicina y Premio Nacional de Medicina 2010, quien recalcó que este premio responde a la necesidad de entregar un reconocimiento a esta profesión, pues “el Estado no contempla una distinción para los médicos, como sí lo hace con otros ámbitos del quehacer nacional, pese a la lucha que hemos dado para ello desde la creación de este galardón en el 2001”.
El jurado del premio en su versión 2012 fue conformado por el doctor Armas Merino, en su calidad de Premio Nacional 2010 y quien fuera electo para presidir este jurado; el doctor Andrés Heerlein, presidente de la Asocimed, el doctor Enrique Paris, presidente del Colegio Médico de Chile; la doctora Cecilia Sepúlveda, presidenta de la Asofamech; la doctora María Alicia Espinoza, presidenta de la Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia, Sopnia; el doctor Sergio Cerda, presidente de la Sociedad de Anestesiología de Chile y el doctor Alejandro Goic, en representación de la Academia de Medicina del Instituto de Chile.
Méritos fundamentales
Durante la conferencia de prensa realizada el 21 de marzo de 2012 para hacer este anuncio, el doctor Heerlein se refirió a los méritos del doctor Monckeberg fuera elegido por unanimidad para este premio: “Reúne un conjunto de valores que representan la esencia de lo que debe ser un médico en lo humano, lo científico, la rigurosidad metodológica y el espíritu de servicio. Además, su rol de impulsor de importantes iniciativas y de creador de instituciones cuya acción ha trascendido en el país. Entre ellas, el Instituto de Nutrición y Tecnologías de Alimentos, Inta, y la Corporación para la Nutrición Infantil, Conin, ampliamente reconocida en Chile y el extranjero”.
Los integrantes del jurado que eligió al doctor Monckeberg, doctores Alejandro Goic, Alicia Espinoza, Andrés Heerlein, Cecilia Sepúlveda, Rodolfo Armas, Sergio Cerda y Enrique Paris. |
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El doctor Fernando Monckeberg se graduó de médico cirujano en 1952 en la Universidad de Chile; fue fundador y director del Laboratorio de Investigaciones Pediátricas de la Universidad de Chile; decano de facultades de Medicina de varias universidades; profesor Titular de Pediatría en la Facultad de Medicina y de Nutrición en la de Ciencias Químicas, ambas de la Universidad de Chile; profesor asociado de la Universidad de Harvard; presidente de la Sociedad Chilena de Pediatría y presidente y fundador de las sociedades Latinoamericana de Investigaciones Pediátricas y Latinoamericana de Nutrición, entre otras. También ha recibido numerosas distinciones, tales como el Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas en 1998. Además, es miembro de Número de la Academia de Medicina del Instituto de Chile y miembro honorario de sociedades o asociaciones Pediátricas de Gran Bretaña, Brasil, España, Argentina, Perú, y Bolivia.
Entre sus numerosas contribuciones a la salud pública chilena destacan especialmente sus investigaciones y esfuerzos para reducir las tasas de desnutrición infantil, a través de la Conin Chile. Gracias a esta institución, que llegó a tener 33 centros a lo largo del país y 1.700 camas, dijo el doctor Alejandro Goic, se logró disminuir la mortalidad intrahospitalaria de un 24% a un 2%, lo que implicó, después de un trabajo de más de 30 años, incrementar la salud infantil de la población chilena en forma significativa y evitar la muerte de 85.000 niños. “Fue un emprendedor, como ha habido muchos otros en la historia de la medicina nacional, para beneficio de nuestra sociedad y no con intereses personales. Por ellos creemos que el Estado debiera ser el que otorgue este Premio Nacional”.
La doctora Cecilia Sepúlveda se manifestó muy orgullosa de que, nuevamente, el Premio Nacional de Medicina haya recaído un profesor titular de nuestra institución, como es el doctor Monckeberg. “Un médico realmente extraordinario, que ha dejado y continúa dejando una tremenda huella en la medicina chilena, por sus aportes en el área de la pediatría, el control y la erradicación de la desnutrición infantil, un flagelo que hoy puede resultar difícil de imaginar que en los años ’60 y ‘70, muchos niños morían por desnutrición antes de cumplir siquiera el año de edad. Un médico que estudió en la Universidad de Chile, que es profesor titular de nuestra Facultad de Medicina como la de Ciencias Químicas, que ha sido maestro y profesor de generaciones, cuyo aporte más relevante han sido sus contribuciones a la salud pública”.
Cecilia Valenzuela
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