Nº 210 - 23 de enero de 2010

En la senda del doctor Jorge Allende
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Doctor Julio Celis:
En la senda del doctor Jorge Allende

  • Fue su discípulo de doctorado y de quien aprendió que, en ciencias, es indispensable trabajar en redes. Hoy este bioquímico chileno, reconocido mundialmente como el padre de la proteómica –apelativo que le puso ni más ni menos que Nature-, recibió el encargo de la Organización Europea del Cáncer de reformular por completo el sistema de hacer investigación sobre esta enfermedad.

Doctor Julio Celis

Hace más de 30 años que está radicado en Dinamarca, donde es el director del Instituto de Biología del Cáncer en Copenhague. En su opinión, el mundo está viviendo un momento de grandes cambios que también afectarán la forma de hacer ciencia. La crisis económica mundial tendrá, como beneficio, que los científicos entiendan que es indispensable trabajar en redes, colaborativamente, más allá de sus propios intereses y de lo atractivo que sea trabajar con la, cada vez, más avanzada tecnología: “uno puede hacer un descubrimiento tras otro, generar mucho conocimiento, pero lo importante es que estos lleguen a los pacientes”, sentencia.

“Esta es la manera en que podemos beneficiar a la sociedad en general, sobre todo en la investigación sobre cáncer”, dice este destacado científico que lidera un cambio en la forma de estudiar la enfermedad que existe en Europa.

El doctor Julio Celis participó en el workshop “European collaboration in the development of translational research on cancer in Chile”, que se realizó entre el 19 y 20 de enero de 2012 en nuestro plantel.

De sentido común

Por ello, el doctor Celis llama a no dejarse engañar por este espejismo, al que califica como  frecuente en la ciencia. Según explica, la actual crisis económica ha llevado a que la gente espere beneficios de los descubrimientos que se hacen. “En el caso del cáncer, por ejemplo, hay que tener claro que la célula tiene millones de años de evolución dedicados a sobrevivir, es un  tejido extremadamente complejo, entonces es difícil destruirla. El cáncer es una enfermedad cada vez más común, y hoy sabemos que se compone de distintos tumores y que cada uno de ellos tiene subtipos. Por esto, no existe una droga que por sí misma solucione esta enfermedad, sino que son muchos y distintos los fármacos los que permiten tratar a los pacientes y evitar las recaídas, para lo cual se requiere de investigación básica aplicada a la clínica, lo que representa un desafío, porque es una fase de alto costo y muchas dificultades”.


Frente a estos problemas, el doctor Celis se dice optimista frente a la terapia anticáncer, “pero tenemos que coordinar todas las experiencias y trabajar en redes, porque no se pueden estar duplicando los esfuerzos y las inversiones; algo que para cualquiera es de sentido común, para nosotros no lo ha sido”, asegura.

Esto es lo que también quiere para Chile, gracias al apoyo y el encargo de la Organización Europea del Cáncer: hacer alianzas para que oncólogos nacionales se formen en el viejo continente, de manera que nuestro país participe en ensayos clínicos comunes y para, finalmente, trabajar en red con el resto de América Latina.

Política científica

Para Julio Celis es crucial que los científicos se organicen, de manera de tener voz propia e influir como asesores en las políticas públicas que deciden las prioridades a investigar y los financiamientos para ello. “Por eso entré en la política científica: porque los problemas biológicos son tan complejos que una sola tecnología no va a resolver el problema, y trabajando con líneas celulares me di cuenta de que uno tiende a quedarse de manera permanente en un modo de descubrimiento, sin preocuparse de si ese descubrimiento se puede aplicar en algo que tenga beneficio para el paciente y la sociedad. Esto ha sido una de las razones de por qué en este momento la crisis económica va a traer cambios en cómo se va a hacer la ciencia. Esto ha sido muy claro en Europa, porque la Comunidad Europea tiene injerencia en cuanto a lo que se hace en ciencias, pues gracias a fondos propios que provienen de lo que aportan los países miembros, financia las investigaciones que abordan problemas que no se pueden enfrentar de manera individual”.

Cecilia Valenzuela


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