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Nº 176 - 9 de mayo de 2011

Crece masa crítica multidisciplinaria
para enfrentar las drogas
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Cuando el trabajo enferma
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Graduación de Nutrición y Dietética
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PULSACIÓN SEMANAL

 

El Pulso
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Quiénes somos

“Lo que hoy corresponde es dialogar y aportar”, añade.
“El Colegio Médico no es un partido político”

  • La base de la gestión del doctor Pablo Rodríguez como presidente de esta entidad ha sido y será la de buscar y proponer soluciones que respalden el desarrollo de la profesión y beneficien directamente la salud de la la población.

Doctor Pablo Rodríguez.

La recuperación de la tuición ética será, más que una reivindicación, el cimiento para el futuro desarrollo y dignificación de la profesión. Así lo cree el doctor Pablo Rodríguez, actual presidente del Colegio Médico de Chile y candidato a la reelección para un segundo período, entre el 2011 y el 2014. Porque con la restitución de esta facultad,  serán los tribunales de ética de esta entidad los encargados de velar por el irreprochable actuar de los médicos, contribuyendo así al bienestar general de la sociedad.

“Nos hemos adelantado a la promulgación de la ley que devolverá la tuición ética a los colegios profesionales, mediante la generación de una estructura de tribunales de ética a lo largo de cada uno de nuestros regionales, así como uno nacional, que es de segunda instancia. Por eso es que puedo señalar que, en el caso de que haya colegas que se aparten del ejercicio ético de la profesión, vamos a ser absolutamente estrictos e imparciales. Si vemos que un médico incurre en cualquier tipo de falta vamos a ser durísimos, porque no quiero que unos pocos nos dañen a todos y es necesario acabar con el problema. Esa gente tiene dos posibilidades: o trabaja apegada a las normas éticas o sufre las consecuencias, que podrían llegar hasta a una suspensión transitoria o definitiva del ejercicio profesional”.

Pero mirando aún más allá, el doctor Rodríguez añade que “nuestro compromiso es relevar esta materia en el trabajo y quehacer cotidiano de los médicos, no solamente en la deontología del ejercicio profesional, sino que también en la formación de los nuevos profesionales, en la responsabilidad de todos los actores que participan en este proceso. Mi trabajo se ha centrado en tener un colegio que sea pluralista, amplio, participativo, desideologizar muchas de las materias que aquí se pueden transformar en un campo de batalla de posiciones políticas que más bien responden a otros intereses. Tengo una mirada gremial, y estamos tratando de avanzar, en el sentido hacer propuestas, pues los  principales beneficiados con el tema ético de las profesiones son las personas”.

No a los límites económicos

Bajo la misma óptica del aporte social, el dirigente ahonda en el segundo nomenclador de prestaciones de salud 2011, que la orden elaboró y presentó en un documento para actualizar las prestaciones de Fonasa respecto de la realidad actual de las acciones médicas. Este catastro se realizó en conjunto con 52 sociedades científicas que reúnen a todas las especialidades médicas reconocidas en el país, y detectó la existencia de 1.097 problemas de salud sin cobertura en el seguro estatal ni en los privados, pese a las cotizaciones de sus afiliados; es así como el 24% de las prestaciones médicas vigentes en el país no tienen bonificación para los 12 millones de usuarios de Fonasa y los casi tres millones de las Isapres.

“En ese escenario actualmente hay dos vías: o el médico usa un código que no corresponde a la prestación, generando caminos alternativos que después se nos critican, o los pacientes deben cancelarla de manera particular. Este es un tema exclusivamente económico, porque cuando lo hemos reclamado a Fonasa, a lo largo del tiempo, siempre se nos dice que el Ministerio de Hacienda no les autoriza expansiones presupuestarias y, por lo tanto, tienen que elegir con pinzas las nuevas codificaciones para que no representen un incremento más allá de un 2 o un 5 por ciento. Pero nosotros no podemos, por un tema económico y no sanitario, estar limitando el acceso de la población a lo que hoy la ciencia médica propone para determinadas enfermedades”, sentencia.

Esta confluencia de ámbitos diferentes a lo disciplinar, añade, los afecta cada vez más: “Estamos tironeados por distintos intereses, ajenos a la medicina, que a veces nos dificultan andar: económicos, políticos. Es una situación que se está dando mucho los últimos años, son varios los intereses que pretenden jugar un rol protagónico en nuestros temas, que deben ser sólo referidos al ejercicio de la profesión”.

Pero esas diferencias nacen, también, dentro del seno del Colegio Médico…

En eso he sido claro y categórico: he centrado este liderazgo en los temas propios de los médicos. Aquí hay gente que me ha planteado que políticamente habría que ser más duro –o más blando- con el gobierno, ante lo que he declarado que el Colegio Médico es una entidad que tiene que representar a todos los médicos, de manera autónoma e independiente, velando por el desarrollo de la profesión, por condiciones de trabajo adecuadas para todo el equipo de salud y que redunden en la mejoría de las condiciones de salud de la gente. Por mantener esta posición, que es nueva, a uno lo estigmatizan; yo provengo del mundo progresista y me defino como una persona capaz de sentarse a la mesa, dialogar y llegar a acuerdo, y si esos caminos se cierran entonces habrá que confrontarse, pero en torno a los temas de la salud, y no de la política de los partidos porque este no es un partido político ni puede serlo. No podemos seguir haciéndole daño al país, en el sentido de continuar con la confrontación no constructiva, y eso es lo que yo he tratado de hacer, tenemos que ser capaces de decir que vamos a plantear con firmeza nuestra posición, pero primero vamos a agotar las posibilidades de diálogo y de entendimiento porque es lo que corresponde hacer.

Cecilia Valenzuela