Profesora Teresa Boj, directora de la Escuela de Nutrición y Dietética. |
Por eso, y aprovechando su larga trayectoria académica, así como la adquirida en el Departamento de Nutrición y Alimentos, a cargo de la Estrategia Global contra la Obesidad, del Ministerio de Salud, es que espera colaborar en el fortalecimiento de esta escuela y en su vinculación con distintas áreas de la comunidad nacional.
Para ello, partirá con una reorganización de los roles que cumple cada uno de los miembros, entregando las labores administrativas a los cargos con esas responsabilidades –incluyéndose ella misma-, y especificando dedicación exclusiva de los profesores encargados de nivel y los jefes de área, de manera de fortalecer esas funciones, y de lograr que quienes están abocados a la docencia puedan hacerlo significativamente.
“Con esa reorganización, despejaré a todos los profesores que tenían que estar dedicándose a distintas labores administrativas, que asumiré en buena parte, en conjunto con la subdirectora. Y podré abocarme a buscar las formas en que transitaremos por el camino de la mejora continua, para priorizar nuestra vinculación con los medios externos, estableciendo convenios con otras instituciones en alianzas estratégicas para la supervisión o realización de proyectos de responsabilidad social empresarial, como uno que tendremos con “NutriRSE” –conglomerado que reúne a la industria de alimentos- o como convenios docentes asistenciales con instituciones públicas”, explica la profesora Boj.
Además, añade, podrán recabar información con los potenciales empleadores de los egresados de la Escuela de Nutrición, con el fin de conocer sus percepciones respecto de la formación que reciben estos jóvenes, así como la opinión de los propios profesionales, contribuyendo al plan respectivo de la Subdirección Académica, que lidera la profesora Zulema de Barbieri. Este proceso de mejoramiento, sentencia, alimentará al proceso de innovación curricular local, contribuyendo a su puesta en marcha el 2012.
Sin miedo a pedir ayuda
Mirando hacia adentro de su escuela, la profesora Boj explica que su centro serán los estudiantes: “creo que debemos preocuparnos de ellos de manera global. Y eso se hace acompañándolos en su proceso formativo desde el primer día, viendo sus rendimientos y sus falencias, de manera de anticiparnos a cualquier situación crítica que puedan atravesar. Para eso será fundamental la reorganización administrativa y docente, porque los profesores encargados podrán conocerlos a cabalidad, y podrán intervenir cuando se requiera. Además, estoy sosteniendo reuniones colectivas con todos los cursos, no sólo con sus delegados, para que todos puedan expresar sus preocupaciones y temas de interés”.
Otra de sus prioridades, también sostenida en el nuevo orden de funciones y en los nuevos vínculos externos, será fomentar la generación de una variada oferta de postítulo –“en áreas como Gestión en Servicios de Alimentación, o Alimentación Parenteral, Diabetes y enfermedades crónicas, entre otras”- así como la investigación disciplinar. “Para ello debemos, primero, presentar proyectos sin miedo a pedir ayuda. Debemos vincularnos con el mundo externo y con otras unidades de la universidad para generar mejores estudios, como también incorporarnos a líneas de investigación que puedan abarcar distintos quehaceres, porque a veces eso es lo que les falta a los grandes proyectos: una visión más amplia de desarrollo”.
Como la que ella espera consolidar.
Cecilia Valenzuela |
