Portada
 
Nº 161 - 29 de noviembre de 2010

Distinguen al
Dr. Luis Cartier
como Maestro de la Neurología
Leer más..

“Algo que ver con la vida”
Leer más..

Dra. María Eugenia Pinto es elegida
Maestra de la Infectología Chilena
Leer más..

PULSACIÓN SEMANAL

 

El Pulso
 © Todos los derechos reservados
Quiénes somos

En ceremonia litúrgica se agradeció a los donantes y sus familias
Donación de cuerpos: solidaridad como pilar de enseñanza

  • El Programa de Donación de Cuerpos de la Facultad de Medicina de la U. de Chile destacó el altruismo de quienes deciden potenciar el aprendizaje integral de las futuras generaciones.

El miércoles 24 de de noviembre se llevó a cabo en el Auditorio José Joaquín Aguirre la ceremonia litúrgica de los donantes de cuerpos, organizada por académicos del Programa de Anatomía y Biología del Desarrollo del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la U. de Chile.

A la actividad fueron invitados familiares y amigos de personas ya fallecidas que entregaron voluntariamente sus cadáveres a la facultad con el fin de favorecer la formación de las futuras generaciones de profesionales de la salud. Asimismo, estuvieron presentes académicos, funcionarios, alumnos y un número significativo de personas que ya realizaron los trámites para donar sus cuerpos a la ciencia.

Durante la misa, a cargo del padre José Forbes, se destacó que este acto generoso es un reflejo de la solidaridad humana y un pilar de la enseñanza. Así lo entiende Nancy Arévalo, la primera mujer que manifestó públicamente su intención de ser donante: “Desde que tengo uso de razón he querido ayudar a la gente y por eso, tras conversar con mi familia, decidí hacer el trámite en la notaría el año 2002. Y estoy feliz porque voy a cooperar con la sociedad aún después de muerta”, dice.

Otro convencido es Jorge Pérez, ampliamente conocido en la facultad como el “Choche”, quien está vinculado con la institución desde hace varias décadas. “Para mí es un privilegio, cuando yo llegué a esta facultad me enamoré de ella, agradecido de la atención, el cariño y el respeto que me dieron los alumnos, académicos y funcionarios”, comenta emocionado.

Agrega: “Quiero mucho a los estudiantes, por eso decidí ofrecerles mi cuerpo, para que puedan aprender con él. Y como esta facultad es mi segunda familia, deseo ayudar todo lo que pueda y quedarme aquí para siempre. Así, cuando haya fallecido seguiré rezando por los jóvenes, para que les vaya muy bien en sus estudios”.

Cecilia Coddou