Los nuevos tecnólogos médicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile valoran no sólo su formación de excelencia: también su conciencia de pertenecer a la institución pública más importante del país, como una responsabilidad.
Generación 2009 de la Escuela de Tecnología Médica. |
Así lo dijo Patricio Riquelme, a nombre propio y de sus 46 compañeros, durante la ceremonia realizada el 15 de octubre de 2010, en la que recibieron su título profesional: “Tomamos conciencia de que el pertenecer a la universidad pública más importante del país también significaba una responsabilidad que debíamos tomar, generando espacios que promovieran el debate y la reflexión sobre temas país de relevancia en el ámbito de la educación pública. Sentimos que defender la integridad de nuestra Universidad de Chile libre era resguardar la tradición universitaria para las futuras generaciones”.
Ello, porque “en estas aulas aprendimos a respetar todas las formas de pensamiento, a escuchar y a exigir ser escuchado. Aquí fuimos libres de pensar, de actuar y de opinar. Hoy nos damos cuenta que estar inmersos en este mundo universitario ha sido un privilegio que no todos pueden contar, y del cual debemos sentirnos afortunados”.
Futuro es esperanza
Esos dichos son los que llenan de orgullo a nuestra corporación, así como a la directora de la Escuela de Tecnología Médica, profesora Leonor Armanet. Por eso, y en referencia a las persistentes inequidades de nuestra sociedad en cuanto al acceso a una atención de calidad en salud, dijo a los nuevos profesionales que “ustedes son el futuro, y tienen la posibilidad de influirlo, construirlo, modificarlo, mejorarlo. Estoy segura que con sus capacidades, inteligencia y talento, futuro es esperanza y es posibilidad”.
La tecnóloga médica Verónica Bahamondes recibe su premio como mejor egresada de la generación 2009 de manos de la doctora Cecilia Sepúlveda. |
Finalmente, la decana de la Facultad de Medicina, doctora Cecilia Sepúlveda, celebró este encuentro, en el marco del quincuagésimo aniversario de esta unidad de pregrado como parte de la Casa de Bello, “manteniéndose siempre vigente, renovando sus metodologías y técnicas docentes”. A ello, añadió que “esta es una profesión de servicio, conjugando su vocación y talento para entregar la mejor atención a la sociedad”. Por último, destacó la versatilidad de esta carrera, a través de sus cinco menciones, y las posibilidades que ofrece en el postítulo, llamando a los egresados a mantener siempre actualizados sus conocimientos.
Durante la ceremonia, se entregaron premios a los mejores egresados por mención, los que recayeron en Abigaíl Veas, Bioanálisis Clínico, Hematología y Banco de Sangre; Verónica Bahamondes, Morfofisiopatología y Citodiagnóstico; Edison Villagrán, de Oftalmología; Mauricio García, de Otorrinolaringología, y Sabina Barra, de Radiología y Física Médica. La mejor egresada de la generación fue Verónica Bahamondes.
Además, se premiaron los mejores poster de examen de tesis, de los cuales sus autores fueron Hernán Torres, mención Oftalmología; Abigaíl Veas, Bioanálisis Clínico, Hematología y Banco de Sangre; Lorena Marchant, de Morfofisiopatología y Citodiagnóstico; y Andrés Alarcón y Gonzalo Espinoza, de y Física Médica. |
